7 ideas para aplicar la realidad virtual en la educación
- Fecha de publicación: 21 de junio de 2022
Descubre cómo la realidad virtual educativa transforma la enseñanza con experiencias inmersivas y prácticas reales.
Índice de Contenido
- ¿Qué es la realidad virtual educativa?
- ¿Para qué sirve la realidad virtual en la educación?
- Usos de la realidad virtual en la escuela y la universidad
- 7 ideas prácticas para aplicar la realidad virtual educativa
4.1 Laboratorio con simulaciones virtuales
4.2 Recorridos inmersivos para aprender historia, arte o geografía
4.3 Entornos para practicar habilidades blandas
4.4 Gamificación de la enseñanza
4.5 Escenarios de aprendizaje inclusivos
4.6 Exploración de idiomas y culturas
4.7 Formación docente en diseño instruccional con realidad virtual - Retos y recomendaciones para docentes e instituciones
- Pearson: tecnología inmersiva con propósito educativo
A través de simulaciones tridimensionales, entornos interactivos y experiencias sensoriales controladas, la realidad virtual educativa traslada el conocimiento al terreno de la experimentación, permitiendo a los estudiantes aprender de manera inmersiva, práctica y segura. En la educación superior y en las escuelas, su propósito principal es mejorar la comprensión, la motivación y el aprendizaje significativo, especialmente en áreas como ciencias, medicina o ingeniería.
Junto con la IA, hoy en día la realidad virtual en la escuela es una de las tecnologías más prometedoras para transformar la enseñanza. La investigación reciente confirma su impacto. Entre 2018 y 2025, la producción científica sobre realidad virtual (VR) en educación creció a un ritmo superior al 42% anual, convirtiéndola, en menos de una década, en una de las áreas de innovación educativa más estudiadas y aplicadas.
Cada vez más escuelas de todos los niveles educativos la utilizan para mejorar la enseñanza de ciencias, arte, idiomas o historia, entre muchas otras disciplinas. De hecho, universidades de la talla de Harvard o Cambridge han creado laboratorios exclusivos de VR, y en América Latina las instituciones más vanguardistas comienzan a integrarla en estrategias de innovación académica alineadas con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, principalmente el ODS 4: Educación de calidad.
De acuerdo con estudios recientes, los beneficios más relevantes de la realidad virtual educativa se concentran en la mejora del aprendizaje experiencial (66%), el aumento de la motivación y el compromiso (58%), así como el desarrollo de habilidades digitales (41%). Más allá del atractivo tecnológico, la realidad virtual y la educación comparten un propósito común: fomentar la curiosidad, la autonomía y la comprensión profunda. Por eso, en este artículo te compartiremos siete ideas prácticas para aplicar la realidad virtual en tu aula, junto con la evidencia científica que demuestra su efectividad y las soluciones de Pearson que pueden ayudarte a implementarla de forma accesible y pedagógicamente sólida.
¿Qué es la realidad virtual educativa?

La realidad virtual educativa se refiere al uso de entornos digitales tridimensionales que simulan experiencias reales de aprendizaje, permitiendo que los estudiantes interactúen con objetos, espacios o procesos de forma inmersiva. A diferencia de las metodologías tradicionales, basadas en la exposición o la lectura, la VR sitúa al estudiante dentro del fenómeno que estudia: puede observar una molécula desde distintos ángulos, practicar una cirugía sin riesgo o realizar un experimento químico en un entorno completamente seguro.
La VR educativa combina múltiples tecnologías de hardware y software, como visores de realidad virtual (VR headsets), controladores hápticos y sensores de movimiento y motores de desarrollo (como Unity, Unreal Engine y CryEngine) que permiten crear entornos 3D interactivos, gestionan la interacción y definen las reglas del aprendizaje. En los últimos años, la VR ha pasado de ser una tecnología experimental a una herramienta consolidada en el campo educativo. Su carácter interdisciplinario la convierte en una tecnología versátil, capaz de integrarse tanto en programas universitarios como en niveles escolares, especialmente cuando se combina con metodologías activas de aprendizaje.
Así, la realidad virtual educativa puede entenderse como un puente entre teoría y práctica: una experiencia multisensorial que favorece el aprendizaje significativo, el pensamiento crítico y el desarrollo de competencias digitales esenciales para el siglo XXI. En el contexto latinoamericano, las herramientas educativas con realidad virtual, como los laboratorios virtuales, ofrecen una oportunidad muy importante para cerrar brechas de acceso y equidad, al ofrecer simulaciones accesibles que sustituyen recursos costosos o limitados. Estas soluciones democratizan el acceso al aprendizaje práctico, sin comprometer la calidad ni la seguridad.
¿Para qué sirve la realidad virtual en la educación?
La realidad virtual en la educación sirve para aprender haciendo, favoreciendo la participación activa del estudiante en experiencias que combinan observación, práctica y reflexión. Su propósito principal es enriquecer la enseñanza con entornos inmersivos donde los estudiantes pueden experimentar, equivocarse y volver a intentar sin riesgos ni costos elevados. La aplicación de la realidad virtual educativa promueve la participación del estudiante en tres dimensiones fundamentales del aprendizaje:
Cognitiva: mejora la comprensión de conceptos complejos gracias a la visualización tridimensional y la manipulación directa. De hecho, un estudio de 2024 demostró que el uso de VR en el aula puede mejorar entre un 15% y 30% los resultados de aprendizaje, especialmente en materias que requieren comprensión espacial o conceptual. Esto se debe a que los entornos virtuales reducen la carga cognitiva al presentar la información de forma interactiva, favoreciendo una mayor retención de conocimientos.
Conductual: En la dimensión conductual, la VR fomenta la participación constante y el aprendizaje autónomo, al ofrecer escenarios donde el estudiante actúa y toma decisiones en lugar de limitarse a observar. La combinación de VR + gamificación aumenta la motivación y el compromiso, al transformar tareas abstractas en desafíos interactivos. Este tipo de compromiso conductual fortalece hábitos de estudio, disciplina y resolución de problemas.
Afectiva: La dimensión afectiva es quizá la más visible en la realidad virtual educativa: la sensación de presencia e inmersión genera emociones positivas, entusiasmo y una conexión más profunda con el contenido. La posibilidad de explorar libremente, alcanzar metas y superar desafíos dentro de entornos virtuales genera un sentido de logro y pertenencia que difícilmente se obtiene en un formato tradicional.
Además de su impacto individual, la VR contribuye a fortalecer el rol docente como mediador del aprendizaje activo. En lugar de transmitir información, el profesor guía al estudiante dentro de entornos que simulan situaciones reales: un laboratorio, una planta de energía o una experiencia cultural. Así, la enseñanza se convierte en un proceso colaborativo en el que la tecnología potencia la creatividad y el pensamiento crítico.
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Usos de la realidad virtual en la escuela y la universidad

La realidad virtual en la educación facilita la enseñanza de ciencias, historia, arte o idiomas mediante experiencias sensoriales e interactivas que complementan el currículo tradicional. Los ámbitos de mayor desarrollo se concentran en educación superior, pero el crecimiento en contextos escolares es constante, impulsado por programas de innovación pedagógica y formación docente.
La combinación de realidad virtual y educación tiene aplicaciones transversales en STEM, medicina, humanidades y arte, y que su uso está ampliamente aceptado en la comunidad científica internacional. Por ejemplo, permite realizar simulaciones quirúrgicas y prácticas de laboratorio sin riesgo, lo que mejora la precisión y reduce la ansiedad de los estudiantes. También se emplea para explorar modelos estructurales, visualizar procesos físicos y diseñar espacios tridimensionales. Los entornos virtuales también permiten la inmersión lingüística simulada, donde los estudiantes pueden conversar con avatares y participar en escenarios culturales auténticos.
En América Latina, esta tendencia comienza a reflejarse en universidades y escuelas que buscan cerrar brechas de infraestructura con recursos digitales inmersivos. Sin embargo, se ha comprobado que la efectividad de la realidad virtual depende no solo del grado de inmersión, también de la claridad de los objetivos de aprendizaje y la formación del profesorado. Por ello, instituciones que adoptan soluciones integrales, como las que ofrece Pearson, logran resultados más consistentes que aquellas que implementan la tecnología sin acompañamiento pedagógico.
Realidad virtual y educación: 7 ideas prácticas para aplicar la VR educativa
Si aún no sabes cómo aprovechar todo el potencial de la realidad virtual en tus aulas, crees que es muy costosa o muy complicada de implementar, estas siete ideas te ayudarán a implementarla con enfoque didáctico y evidencia comprobada.
1.- Laboratorio con simulaciones virtuales
Imagina poder realizar experimentos de química o biología sin preocuparte por el costo de los reactivos ni por la seguridad del aula. Con Virtual Labs de Pearson, esto ya es posible.
Los estudiantes pueden observar fenómenos, manipular variables y repetir procesos cuantas veces sea necesario, aprendiendo desde la experiencia directa. Es ideal para áreas STEM y laboratorios escolares o universitarios que buscan prácticas seguras, sostenibles y accesibles.
2.- Recorridos inmersivos para aprender historia, arte o geografía
La realidad virtual requiere solo un visor básico o incluso un smartphone con app compatible para que los estudiantes “viajen” a escenarios imposibles de visitar físicamente: pirámides, museos o ecosistemas naturales. Por ejemplo, un docente puede crear un recorrido virtual por el Museo del Prado o las ruinas de Machu Picchu para contextualizar un tema histórico o artístico. Además, estas experiencias despiertan la curiosidad y fomentan la interdisciplinariedad, conectando arte, historia, tecnología y creatividad.
3.- Entornos para practicar habilidades blandas
La VR también puede ser un espacio seguro para entrenar habilidades socioemocionales, ya que en entornos simulados los estudiantes pueden practicar cómo hablar en público, negociar, liderar equipos o tomar decisiones bajo presión. Programas como Personabilities de Pearson pueden combinarse con escenarios VR para certificar habilidades como comunicación, resiliencia o trabajo colaborativo. Esta solución es perfecta para talleres de liderazgo, empleabilidad o formación docente.
4.- Gamificación de la enseñanza
Combinar realidad virtual y gamificación convierte el aprendizaje en una experiencia motivadora y divertida. Se pueden crear misiones, logros y recompensas dentro de entornos VR donde los estudiantes resuelven retos o colaboran con sus compañeros. Por ejemplo, en MyLab, los alumnos pueden participar en simulaciones de negocios o ingeniería, donde sus decisiones afectan resultados virtuales en tiempo real. Este enfoque es ideal para educación media y superior, ya que fortalece el aprendizaje basado en retos y proyectos.
5.- Escenarios de aprendizaje inclusivos
Uno de los grandes aportes de la realidad virtual educativa es su capacidad para reducir barreras de aprendizaje mediante control por voz, audio descriptivo o interfaces hápticas. Actualmente, estas herramientas son imprescindibles en programas institucionales de inclusión y aulas integradoras. Por ejemplo, la Biblioteca Virtual de Pearson cuenta con diversas funcionalidades específicamente diseñadas para incrementar la accesibilidad y la participación activa de estudiantes con discapacidad motriz, auditiva o visual.
6.- Exploración de idiomas y culturas
La VR es ideal para clases de idiomas, turismo, relaciones internacionales o intercambio virtual. Por ejemplo, una clase de inglés puede desarrollarse en un café parisino o en un aeropuerto internacional virtual, permitiendo practicar expresiones auténticas y comprensión auditiva. Estas experiencias promueven la inmersión lingüística sin necesidad de viajes, fortaleciendo tanto la competencia comunicativa como la cultural, y lo mejor es que se puede aplicar con gafas VR o visores básicos tipo Cardboard.
7.- Formación docente en diseño instruccional con realidad virtual
El impacto de la realidad virtual en la educación depende directamente de la formación del profesorado. No se trata solo de dominar la tecnología, sino de saber cómo integrarla en los objetivos curriculares. Estudios han encontrado que los programas donde los docentes reciben capacitación específica logran mejoras de hasta 30% en el rendimiento de los estudiantes. Las instituciones pueden desarrollar talleres de VR aplicados a la planificación didáctica, evaluación por competencias y diseño de entornos inclusivos. Además, soluciones como MyLab ofrecen analítica docente que permite observar patrones de aprendizaje y ajustar estrategias en tiempo real.
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Retos y recomendaciones para docentes e instituciones
Aunque los beneficios de la realidad virtual educativa son cada vez más evidentes, su implementación enfrenta desafíos que deben abordarse desde una perspectiva integral: tecnológica, pedagógica y de equidad. Los estudios más recientes coinciden en que el éxito de esta tecnología depende menos del dispositivo y más del modelo educativo que la acompaña.
El primer reto para muchas instituciones, especialmente en América Latina, es la brecha de infraestructura. La VR requiere dispositivos, conexión estable y soporte técnico. Si bien los visores VR se han vuelto más asequibles, el reto persiste en zonas con baja conectividad o escaso mantenimiento. Por eso es importante comenzar con soluciones híbridas o basadas en navegador, como Virtual Labs o MyLab, que no dependen de hardware costoso.
Además, sin orientación pedagógica, la VR puede reducirse a una experiencia visual, sin conexión con los objetivos curriculares, por eso siempre es necesario incluir formación en diseño instruccional con VR dentro de los programas de desarrollo docente, así como enseñar a los profesores a definir objetivos de aprendizaje inmersivos, establecer indicadores y evaluar desempeño.
Finalmente, uno de los desafíos más recientes identificados es la falta de instrumentos estandarizados para medir los resultados del aprendizaje en entornos virtuales. A menudo, los docentes reportan satisfacción o motivación, pero no disponen de métricas concretas de desempeño o retención. Por ello, es necesario desarrollar rúbricas específicas para evaluar competencias logradas mediante experiencias VR, así como utilizar herramientas de analítica del aprendizaje para rastrear progreso y rendimiento.
En conclusión, la realidad virtual en la educación no es una solución instantánea, sino un ecosistema que requiere planeación, capacitación y evaluación continua. Cuando se combina con un enfoque pedagógico sólido y herramientas accesibles y con criterios medibles como Virtual Labs o MyLab, la VR se convierte en un agente real de transformación educativa, capaz de cerrar brechas, potenciar el aprendizaje y preparar a los estudiantes para los desafíos del futuro.
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Pearson: tecnología inmersiva con propósito educativo

En Pearson creemos que la tecnología solo cobra verdadero sentido cuando responde a un propósito educativo: mejorar la enseñanza, ampliar el acceso al conocimiento y fortalecer el vínculo entre docentes y estudiantes. La realidad virtual educativa representa uno de los avances más prometedores en esa dirección, porque convierte la teoría en experiencia, la información en acción y el aula en un espacio ilimitado para descubrir.
A través de nuestras soluciones para educación superior, impulsamos los usos de la realidad virtual con un ecosistema donde la inmersión y la evidencia pedagógica trabajan juntas:
- Virtual Labs: permite realizar prácticas de laboratorio desde cualquier lugar, con simulaciones seguras y realistas que fomentan el aprender haciendo y el razonamiento científico.
- MyLab: integra analítica del aprendizaje e inteligencia artificial para ofrecer experiencias personalizadas, retroalimentación inmediata y acompañamiento docente basado en datos.
- Biblioteca Virtual: garantiza acceso 24/7 a recursos digitales, conectando la realidad virtual con la lectura, la investigación y el aprendizaje autónomo.
Te invitamos a explorar estas y el resto de nuestras herramientas especialmente diseñadas para los retos actuales de la formación universitaria.
Porque enseñar con VR no es solo incorporar una novedad tecnológica: es abrir nuevas puertas al aprendizaje significativo, transformar la manera en que pensamos la educación y preparar a los jóvenes para un futuro que ya está aquí.
Referencias
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