Educación virtual es la mejor inversión para la educación superior
- Fecha de publicación: 29 de marzo de 2022
La educación virtual es un factor destacado en la educación actual. ¡Descubre las características que la convierten en la mejor inversión para las instituciones educativas!
Índice de Contenido
- El concepto real de la educación virtual
- Rompiendo “mitos” sobre la Educación Virtual
- Educación virtual y aprendizaje significativo
- Educación virtual es la mejor inversión para la educación superior
- 5 razones para invertir en la educación virtual
5.1 Optimiza el proceso de aprendizaje
5.2 Inclusión de alto impacto
5.3 Conectividad 360°
5.4 Actualización permanente
5.5 Mayor rentabilidad y aprovechamiento de los recursos
La enseñanza siempre ha sido un reto en cualquier época, pero nunca como hoy habíamos experimentado cambios tan radicales en las dinámicas educativas. Un gran ejemplo de esta transformación está en el uso de entornos de educación virtual.
En este punto, la enseñanza virtual ya no puede considerarse experimental o “novedosa”. Han pasado más de 20 años desde que se implementaron los primeros modelos de educación a distancia, y hoy podemos apreciar la evolución de los entornos de aprendizaje virtualizados. Pero ¿qué significa realmente este fenómeno tecnológico para las instituciones educativas?
A continuación, hablaremos de las extraordinarias ventajas que puede traer implementar la educación virtual a tu institución educativa. ¡Sigue leyendo!
El concepto real de la educación virtual
Podemos definir la educación virtual como una estrategia pedagógica enfocada en la gestión de recursos, contenidos y dinámicas de aprendizaje significativo centrados en el estudiante y su participación interactiva desde un ambiente no presencial.
Roger Loaiza, experto en educación virtual, lo define como:
un paradigma educativo que compone la interacción de cuatro variables: el maestro y el alumno; la tecnología y el medio ambiente.
Bajo este concepto, entendemos que uno de los principales objetivos de la educación virtual es superar las limitaciones relacionadas con el tiempo y la distancia. Con ello, ofrecer una educación que pueda equiparar, e incluso, mejorar los resultados efectivos de las clases presenciales, ajustándose a las necesidades de los estudiantes y la comunidad académica mediante el uso de la tecnología.
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De esta manera, la educación virtual se concentra en cumplir 5 objetivos principales:
- Fortalecer y evolucionar los modelos de aprendizaje a distancia (e-learning).
- Optimizar la interacción virtual entre el estudiante, el docente y la comunidad académica, con el propósito de mejorar el proceso de enseñanza.
- Aprovechar al máximo las TIC’s en pro del desarrollo y la mejora continua de las prácticas pedagógicas.
- Reducir costos de operación como resultado inminente de las clases presenciales, tanto para las instituciones académicas como para los estudiantes y sus familias.
- Adaptarse a las dinámicas de interacción social de las nuevas generaciones (redes sociales, videollamadas, realidad virtual, metaverso, entre otros).
Cuando aparecieron los primeros recursos de las TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación) en los años 90’s, la tecnología se asociaba principalmente con elementos físicos y digitales (ordenadores, proyectores, libros electrónicos, enlaces y archivos multimedia) que solo servían de apoyo para las clases presenciales.
En un principio los recursos se destinaron a la educación a distancia, no contemplaban que los entornos virtuales se volvieran un modelo de aprendizaje totalizador a corto plazo. Pero hoy en día podemos comprobar que la educación virtual ya no es asunto del futuro, sino del presente inmediato, y resulta imposible ignorar su repercusión en las instituciones.
Rompiendo “mitos” sobre la Educación Virtual
El directorio académico de Google cuenta con más de 5 mil enlaces a investigaciones y estudios profundos sobre la educación virtual y, a pesar de tener tanta información, todavía existe confusiones básicas sobre qué es realmente el complejo concepto de la enseñanza virtual.
En esta sección resolveremos algunas dudas y romperemos con algunas “ideas preconcebidas” que NO implican educación virtual.
Educación a distancia
Este modelo educativo no nació con la tecnología. De hecho, tiene más de 150 años y surgió a partir de un proyecto de clases de idiomas por correspondencia en Berlín. En 1873, la Society to Encourage Studies at Home formalizó en Boston las clases a distancia.
El surgimiento de Internet como servicio doméstico mundial en 1990 retomó la dinámica de clases por correo postal y lo transformó en clases por correo electrónico. Quizá esto no parezca un gran avance, pero este pequeño fenómeno fue el germen de lo que hoy conocemos como educación virtual.
Clases en línea
Impartir clases a distancia mediante una pantalla tampoco se puede considerar educación virtual, ya que es solamente un recurso de soporte tecnológico para la enseñanza a distancia, es decir, que es solo una más de las muchas herramientas con las que cuenta la educación virtual.
Educación en línea
Tiene un parecido con la educación virtual porque existe la interacción del tutor (nombre que adquiere el docente, en su rol de orientador durante el proceso de aprendizaje). Se puede considerar una versión “evolucionada” de las clases en línea, pero aún carece de los recursos de integración digital que le permitan generar un entorno realmente virtual.
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Educación virtual y aprendizaje significativo
Como señalamos en un principio, la educación virtual comprende una interrelación orgánica entre cuatro variables:
- Alumno.
- Maestro.
- Tecnología.
- Medio ambiente.
El gran acierto de la enseñanza virtual consiste en tomar los recursos más eficientes de los modelos anteriores y reconfigurarlos en un sistema integrador, resolviendo la limitación del tiempo y el espacio como requisito para el aprendizaje significativo, de tal manera que los alumnos puedan acceder a una educación de calidad en cualquier parte del mundo.
Sin duda, la transición de la institución tradicional como la conocemos hace 200 años, a la enseñanza virtual, marca un salto cuántico en la historia de la educación. Siguiendo las palabras de Roger Loaiza:
El salto que dieron las nuevas tecnologías de la educación es equivalente a la evolución que hubo en el transporte, cuando cambiamos el uso de las mulas por aviones.
Siguiendo esta analogía, la enseñanza virtual sería el equivalente a ese avión que aún estamos aprendiendo a manejar. Así, cuanto antes aprendamos a dirigirlo, más rápido podremos disfrutar de sus beneficios, con el objetivo de impulsar a nuestros estudiantes al siguiente nivel educativo.
Educación virtual es la mejor inversión para la educación superior
Cuando se declaró una pandemia global causada por el COVID-19 en marzo de 2020, los protocolos de confinamiento implicaron que todos los sistemas educativos presenciales fuesen suspendidos hasta nuevo aviso.
Tan solo en Estados Unidos se registró el cierre de más de 200 universidades, lo que estuvo a punto de causar una catástrofe académica sin precedentes. Bajo este panorama, la educación a distancia tuvo un papel protagónico en el proceso de reconfiguración del sistema de enseñanza superior.
De hecho, algunos expertos estiman que tan solo en el primer año de confinamiento, la falta de capacitación y recursos tecnológicos para impartir clases virtuales afectó a más de mil 500 millones de estudiantes en 180 países.
Ese fue el caso de Latinoamérica, donde la situación se tornó preocupante: los sistemas educativos de la mayoría de los países del continente no estaban preparados para implementar un protocolo de aprendizaje virtual que pudiera enfrentar los desafíos momentáneos.
Sin embargo, apenas dos años después comprendimos que el reto de convertir las instituciones en centros de educación virtual era posible. Y no solo eso; también quedó comprobado que la educación virtual, más allá de ser un modelo emergente de innovación, tenía alcances educativos realmente extraordinarios.
5 razones para invertir en la educación virtual
La relación costo-beneficio que surge de implementar un modelo de educación virtual se puede apreciar en sus objetivos de mejora continua:
1. Optimiza el proceso de aprendizaje
La educación virtual no deja espacio para la divagación o pérdida de tiempo, ya que la planeación de los contenidos, como su ejecución, tienen una relación directa con el estudiante, siendo este el eje central del proceso de aprendizaje.
Bajo esta modalidad, los estudiantes tienen un mayor rango de interacción, toda vez que se les ha reducido la carga de requisitos como el aprendizaje presencial, o cumplir con un horario establecido. De esta manera la flexibilidad e interdependencia favorece el autoaprendizaje.
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2. Inclusión de alto impacto
La educación virtual siempre ha sido reconocida en muchas universidades por su capacidad de ofrecer oportunidades más equitativas a todos los estudiantes, independientemente de su lugar de origen o estatus social.
Las herramientas tecnológicas de la enseñanza virtual están diseñadas para ser amigables con todos los alumnos, pero sobre todo, para que tengan un alcance universal, y puedan servir de palanca de desarrollo en las regiones más apartadas o menos privilegiadas.
Actualmente las universidades más prestigiosas del mundo cuentan con recursos académicos de uso libre para favorecer a los sectores más vulnerables, algo que nunca hubiera sido posible de no ser por el impulso de la educación virtual.
3. Conectividad 360°
La educación ya no puede estar restringida a un espacio físico y un horario establecido. El acelerado ritmo de vida de los jóvenes universitarios demanda que las instituciones cuenten con modelos de enseñanza flexibles y dinámicos.
Esto implica que tanto los contenidos académicos como los servicios de la institución estén disponibles en todo momento y puedan ser aprovechados por los estudiantes sin la intervención de un mediador.
Lo anterior trae consigo otras ventajas de rentabilidad, ya que, al automatizar los procesos de gestión educativa, se puede prescindir de una gran cantidad de recursos materiales y humanos que se requieren en el modelo tradicional.
4. Actualización permanente
A diferencia del modelo educativo tradicional en donde los contenidos físicos tienden a desactualizarse con mayor rapidez, en la educación virtual es muy difícil que esto suceda, ya que su propia naturaleza dinámica le mantiene en constante actualización.
La portabilidad y maleabilidad de los contenidos académicos en la educación virtual permiten que tanto docentes como alumnos puedan revisarlos y cotejarlos con otros contenidos más actuales.
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5. Mayor rentabilidad y aprovechamiento de los recursos
Un aspecto muy importante (y que no suele considerarse al momento de invertir en la educación virtual) es el enorme ahorro que hacen las instituciones al migrar una gran cantidad de recursos físicos a su versión virtualizada.
Tan solo la digitalización de contenidos académicos y material docente ya refleja un ahorro considerable, toda vez que los materiales no requieren de almacenamiento o de compra de varios títulos.
También debemos señalar la reducción de costos por renta de espacios físicos para la enseñanza, y el ahorro de personal administrativo por la gestión automatizada. Todo ello, en conjunto, supone una considerable reducción de gastos que serán muy bien aprovechados en la educación virtual.
Como vemos, la prioridad de las instituciones educativas debe centrarse en adaptar los contenidos y sus dinámicas de aprendizaje con entornos virtuales totalmente moldeados a sus necesidades y las de los alumnos.
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Referencias
Alvarez, R. L. (2003). La universidad virtual en Latinoamérica. Etic@ net: Revista científica electrónica de Educación y Comunicación en la Sociedad del Conocimiento, (2), 11.
Alvarez, R. L. (2003). Desafíos y fundamentos de educación virtual.
Flores, S. C. G., Lozano, P. M., & Navarro, G. A. V. (2012). Mundos Virtuales, nuevas generaciones y nuevas formas de socialización. PAAKAT: Revista de Tecnología y Sociedad, 3(4), 4.
Stephenson, N. (2000). Snow Crash (Reprint ed.). Del Rey Books.
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