6 tácticas para fomentar la modalidad flexible en la universidad
- Fecha de publicación: 20 de septiembre de 2023
Descubre la importancia de la modalidad flexible y los cursos personalizados para los estudiantes de educación superior.
Índice de Contenido
- ¿Qué es la modalidad flexible en la educación superior?
- Importancia de la modalidad flexible en la educación superior
2.1. Fomentan la autonomía del alumno y el aprendizaje autodirigido
2.2. Mejora la retención de conocimiento
2.3. Familiariza con el mundo laboral actual - ¿Cómo fomentar la autonomía del alumno en cursos flexibles?
3.1. Conocer e impulsar las metas personales de tus alumnos
3.2. Brindar opciones de contenidos personalizados
3.3. Cambiar los programas académicos fijos por rutas de aprendizaje
3.4. Fomentar la autoevaluación
3.5. Ofrecer feedback evolutivo
3.6. Evaluar mediante resolución de problemas - Pearson HED: tu mejor aliado para la educación flexible universitaria
En el entorno educativo actual, la modalidad flexible de aprendizaje se ha convertido en una importante herramienta para llegar a una mayor población con oportunidades de formación superior, pero también para fomentar la autonomía de los alumnos y ayudarles a desarrollar habilidades interpersonales clave para el siglo XXI.
Los cursos flexibles universitarios se adaptan a las nuevas realidades caracterizadas por la digitalización y la necesidad de descentralización poblacional y al mismo tiempo ofrecen rutas de enseñanza más personalizadas de acuerdo con los ritmos y estilos de aprendizaje de cada estudiante.
Hoy exploraremos a detalle qué es la modalidad flexible y cuál es su importancia para las instituciones de educación superior de América Latina. Además, revisaremos seis maneras prácticas de aprovecharla al máximo y potenciar la autonomía de los estudiantes en el proceso.
¿Qué es la modalidad flexible en la educación superior?
Se trata de un enfoque que busca adaptar el proceso educativo a las necesidades y preferencias de los estudiantes y que hoy en día es posible gracias al internet y a los dispositivos inteligentes.
En lugar de seguir una estructura rígida de clases y horarios, la modalidad flexible ofrece rutas de aprendizaje con opciones que permiten a los alumnos tomar decisiones sobre cómo, cuándo y dónde desean aprender. Esto puede incluir cursos en línea, programas académicos con materias personalizadas, horarios diversos, entre otros.
La modalidad flexible muchas veces se llega a confundir con el llamado blended learning o aprendizaje híbrido. Si bien la gran mayoría de los sistemas flexibles hoy en día son híbridos, dado que combinan clases en línea con actividades presenciales, lo que caracteriza a estos últimos es que el estudiante tiene mucho más control para integrar el estudio con sus condiciones y objetivos de vida específicos.
Como su nombre lo indica, los modelos flexibles son diferentes en cada institución e, idealmente, también para cada estudiante, pero lo que la mayoría tienen en común es lo siguiente:
- Combinan lo presencial con lo virtual.
- La mayoría o todos los materiales de estudio se encuentran disponibles en línea.
- Los alumnos tienen la oportunidad de estudiar en horarios que se adaptan a sus actividades, por ejemplo, a un trabajo de tiempo completo.
- Los plazos de acreditación y las opciones de evaluación son más flexibles que en las modalidades tradicionales.
- Las rutas de aprendizaje están muy enfocadas a la empleabilidad del alumno.
- Permite que los estudiantes elijan las aplicaciones más relevantes para ellos de los temas de estudio.
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Importancia de la modalidad flexible en la educación superior
Actualmente, habilitar modalidades flexibles de educación superior es muy importante para las universidades públicas y privadas de Latinoamérica, ya que es una de las formas más eficientes de cerrar la brecha de habilidades para la empleabilidad en el continente y promover un desarrollo social y económico más ágil en toda la región. Adicionalmente, los cursos universitarios flexibles tienen las siguientes ventajas:
Fomentan la autonomía del alumno y el aprendizaje autodirigido
La autogestión se considera como una de las habilidades blandas más importantes para la empleabilidad en la era de la información. Al permitir que los estudiantes tomen decisiones sobre su propio aprendizaje, fomentamos una mayor responsabilidad y sentido crítico con su propio proceso educativo y al mismo tiempo promovemos que aprendan a gestionar su tiempo, establecer metas personales y asumir un rol más activo en su formación.
Las habilidades de autorregulación y autogestión más adelante les permitirán identificar sus necesidades de conocimiento y aprender cómo buscar las herramientas y recursos necesarios para adquirirlo, es decir, el famoso “aprender a aprender”, que es un rasgo característico del aprendizaje a lo largo de la vida y la competitividad laboral.
Mejora la retención de conocimiento
Al brindar opciones relacionadas con los intereses personales y/o laborales de cada estudiante y permitir que sean ellos quienes elijan cómo aplicar lo que aprendieron en relación con temas o problemáticas que son relevantes para ellos, mejora la retención del conocimiento, pues existe una mayor conexión emocional con el aprendizaje.
Familiariza con el mundo laboral actual
En el mundo laboral actual, la capacidad de adaptarse a diferentes situaciones y aprender nuevas habilidades de manera 100% autónoma es fundamental. Pero además, la modalidad flexible prepara a los estudiantes para enfrentar los desafíos del mundo profesional relacionados con el trabajo remoto, las herramientas digitales que están en evolución constante, la colaboración asíncrona y el trabajo por objetivos.
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¿Cómo fomentar la autonomía del alumno en cursos flexibles?
Habilitar modalidades flexibles de estudio en las universidades no es sencillo y desgraciadamente aún no puede hacerse en todas las disciplinas o áreas del conocimiento. Sin embargo, sí hay muchas cosas que podemos hacer para que más jóvenes accedan a una formación que se adapte a sus necesidades sin sacrificar en ningún momento la calidad educativa. Algunas de las más importantes son:
1. Conocer e impulsar las metas personales de tus alumnos
Contrario a lo que podría pensarse, la modalidad flexible universitaria no es una forma impersonal de enseñar, aunque muchos de sus contenidos y actividades sean virtuales.
Es importante establecer una comunicación cercana con cada estudiante para conocer sus intereses, objetivos y metas personales y así diseñar un plan de estudios que realmente los impulse para que accedan a mejores oportunidades de acuerdo con su contexto.
Por ejemplo, en el caso de un alumno de Administración de Empresas que está interesado en el emprendimiento social y en la creación de proyectos que beneficien a comunidades desfavorecidas, podemos darle acceso a cursos complementarios que le faciliten encontrar un trabajo en una organización sin fines de lucro o desarrollar su propio voluntariado.
2. Brindar opciones de contenidos personalizados
Ofrecer diferentes opciones de contenidos y actividades para que los alumnos elijan aquellos que se alineen con sus intereses y estilos de aprendizaje, aumentará su motivación y compromiso con el aprendizaje.
Por ejemplo, puedes darles opciones de que aprendan un contenido en particular, digamos la historia del capitalismo, mediante una lectura, un video, un podcast, una película, un audiolibro, un documental o recursos interactivos. Posteriormente, puedes aplicar una pequeña autoevaluación para garantizar que efectivamente adquirieron el conocimiento que corresponde a dicha unidad de aprendizaje.
3. Cambiar los programas académicos fijos por rutas de aprendizaje
Las rutas de aprendizaje flexibles permiten a los estudiantes elegir entre diferentes opciones de cursos y materias electivas, así como modificar el orden en el que cursan algunas de ellas, siempre y cuando no sean estrictamente secuenciales.
Por ejemplo, un estudiante interesado en emprendimientos digitales podría adelantar los cursos relacionados con esta temática y elegir en qué plataformas se quiere especializar, en lugar de cursarlos al final, como suele ser el caso en las carreras relacionadas con la mercadotecnia.
4. Fomentar la autoevaluación
En la modalidad flexible, la autoevaluación es una habilidad esencial que permite a los estudiantes monitorear su progreso de manera autónoma e identificar sus fortalezas y áreas de oportunidad. Una forma de fomentar la autoevaluación es proporcionando cuestionarios y actividades interactivas que les permitan reflexionar sobre su desempeño aplicando los conocimientos en escenarios prácticos.
5. Ofrecer feedback evolutivo
El feedback constante y constructivo es esencial para el desarrollo de los estudiantes en cualquier modalidad, pero especialmente en la modalidad flexible. Los docentes que ofrecen retroalimentación oportuna les permiten comprender dónde están destacando y en qué áreas necesitan mejorar. Además, el feedback evolutivo, que pone el énfasis en lo positivo y en los talentos individuales, puede ser una fuente de motivación y reconocimiento.
Por ejemplo, puedes asegurarte de que todos los maestros se tomen el tiempo de realizar comentarios o anotaciones específicas sobre el desempeño en cada evaluación, desde las tareas hasta los exámenes finales.
6. Evaluar mediante resolución de problemas
La evaluación basada en la resolución de problemas y el pensamiento crítico tiene como objetivo principal aplicar el conocimiento adquirido en las aulas a situaciones o retos del mundo real. En lugar de centrarnos únicamente en pruebas estandarizadas o exámenes para la evaluación y acreditación de cada materia, desafiamos a los estudiantes a enfrentar situaciones complejas similares a las que encontrarían en su campo profesional.
Por ejemplo, en un curso flexible de Ingeniería, en lugar de realizar un examen tradicional sobre teoría y conceptos, puedes pedir a los estudiantes que solucionen con los conocimientos del curso alguna necesidad real de la industria en la que desean desarrollarse más adelante.
Además, es importante fomentar la participación activa de los estudiantes en la elección de problemas y estudios de caso que sean relevantes para su contexto y áreas de interés; esto les permitirá abordar temas que les apasionen.
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Pearson HED: tu mejor aliado para la educación flexible universitaria
La modalidad flexible en la educación superior es una poderosa herramienta para diversificar tu oferta educativa, ganar competitividad y fomentar el desarrollo socioeconómico de tu región.
En Pearson Higher Education sabemos qué transitar de las modalidades tradicionales de formación a esquemas más innovadores no siempre es fácil, por eso, ponemos a tu alcance todo un portafolio de soluciones estratégicas HED especialmente diseñadas para que tu universidad ofrezca mejores opciones a estudiantes que no pueden asistir diariamente ni en los horarios más comunes.
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Referencias
UNIVERSIA (2018). La educación modular como nuevo concepto de enseñanza. Extraído de: https://www.universia.net/es/actualidad/vida-universitaria/que-programas-estudio-flexibles-tienen-mas-exito-actualidad-1161347.html
Díaz, A (2006) La flexibilización de la oferta académica mejora la calidad del aprendizaje. Universidad EAFIT, Medellín, Colombia. Extraído de: chrome-extension://efaidnbmnnnibpcajpcglclefindmkaj/https://rieoei.org/historico/deloslectores/1332Diaz.pdf
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