El enfoque de la educación integral en la formación superior se está convirtiendo en una tendencia cada vez más extendida alrededor del mundo, porque permite preparar mucho mejor a los estudiantes para un contexto laboral que evoluciona rápidamente y en el cual es fácil quedar rezagados si no contamos con las habilidades clave de adaptación para la trabajabilidad.
La educación integral en la universidad se basa en cinco pilares que deben construirse de manera simultánea a lo largo de toda la trayectoria académica. Hoy revisaremos en qué consisten y cómo tu institución puede implementarlos para ofrecer una oferta educativa mucho más competitiva y confiable para tus alumnos.
La empleabilidad es la capacidad y/o potencial que tiene una persona para encontrar y mantener un empleo, pero no cualquier empleo, sino uno que realmente le permita tener un nivel de vida digno, salud y seguridad social en la región en la que vive.
Es importante tomar en cuenta que la trabajabilidad es un rasgo que no depende exclusivamente del individuo, ya que, aunque este cuente con toda la disposición de esforzarse y aprender, hay varios factores que afectan la oferta de empleos con buenas condiciones a su alrededor, así como las oportunidades de educarse para poder llevar a cabo dichas labores. Además, una persona que tiene mucha empleabilidad en una región puede tener mucha menos en otra, y viceversa.
La globalización, el internet y las tecnologías digitales han tenido un profundo impacto positivo en la empleabilidad de las regiones en desarrollo, abriendo más opciones a las personas. Por ejemplo, hoy en día una ingeniera de software en Latinoamérica puede trabajar para clientes en países desarrollados, como Estados Unidos, y conseguir un ingreso suficiente para ella y su familia.
Por otro lado, también es una realidad que la tecnología y las inteligencias artificiales están permitiendo que miles de tareas se automaticen, lo cual abarata costos en la industria, pero al mismo tiempo repercute en el número de empleos manuales y técnicos disponibles, y sobre todo en el nivel de especialización que se requiere para operar las máquinas y herramientas que están reemplazando ciertas actividades.
Ante este panorama, es fundamental que los gobiernos sigan impulsando nuevas fuentes de empleo y que, en conjunto con las instituciones de educación, se aseguren de que más personas tengan acceso a formación técnica o profesional necesaria para acceder a ellos. Ahora bien, esta formación debe tener un enfoque realmente integral que prepare a los jóvenes no solo para obtener un empleo al egresar, sino para mantener un desarrollo profesional sostenible y pleno a lo largo de toda la vida.
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La educación o formación integral tiene las siguientes características:
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Para que tu institución ofrezca las competitivas características de la educación integral universitaria, es necesario revisar a detalle tus planes curriculares y hacer los ajustes pertinentes para que vayan en sintonía con estos cinco pilares estratégicos:
Las habilidades blandas, también llamadas habilidades transferibles porque son relevantes en diferentes áreas de la vida; desde lo laboral hasta lo personal, incluyen el pensamiento crítico, la comunicación efectiva, la resolución de problemas, la autogestión, el trabajo en equipo, la creatividad, la empatía y la adaptabilidad, entre otras.
Una persona con habilidades transferibles sólidas puede no tener los conocimientos o la experiencia necesaria para determinado puesto de trabajo, pero tiene la actitud y las herramientas adecuadas para desarrollar competencias puntuales de manera rápida y eficaz, con nula o muy poca necesidad de supervisión.
En conjunto con la capacitación constante y el lifelong learning, las habilidades transferibles son lo que permite a una persona evolucionar de forma satisfactoria en prácticamente cualquier contexto.
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Los empleadores valoran cada vez más a los candidatos que han adquirido experiencia relevante en el campo laboral de la vida real, por lo cual los recién egresados que no tienen experiencia comprobable están en desventaja frente a aquellos que sí, aunque tengan mejores calificaciones o más créditos académicos.
A través de pasantías, prácticas profesionales y proyectos prácticos, los estudiantes tienen la oportunidad de demostrar lo que pueden hacer con lo que saben y de crear un currículum mucho más atractivo, pero también de desarrollar una comprensión más profunda de su industria que les hará más fácil la transición de lo académico a lo laboral.
Si tus planes académicos aún no incluyen la adquisición de experiencia práctica como un requisito de titulación, es momento de replantearte el tipo de actividades en las que deben poner énfasis tus estudiantes en los últimos semestres.
Muchas personas piensan que la orientación vocacional es esencial para que los estudiantes tomen decisiones informadas sobre su futuro profesional. Así como que sólo es necesario elegir una carrera al final la etapa del bachillerato, pero la realidad es que las salidas laborales de una misma disciplina hoy en día son tan variadas que la orientación vocacional se ha convertido en una necesidad continua durante los años universitarios.
Por ejemplo, para un estudiante de informática, las posibles especializaciones abarcan campos tan extensos como la inteligencia artificial, el software a medida para ciertas industrias como la de la salud, el análisis de datos, la creación de apps, etc. El asesoramiento vocacional ayuda a los estudiantes a explorar diferentes opciones, identificar sus fortalezas y hacer carrera en un campo que esté en sintonía con sus intereses, talentos y necesidades individuales.
En un mundo en constante evolución, donde la tecnología avanza rápidamente y las demandas laborales cambian todo el tiempo, es crucial que los graduados sean capaces de adaptarse y aprender nuevas competencias, mantenerse actualizados, estar al tanto de las últimas tendencias y avances, y ser capaces de aplicar esos conocimientos en su trabajo.
La educación integral superior fomenta una mentalidad de aprendizaje permanente, alentando a los estudiantes a seguir buscando el desarrollo profesional y a adquirir nuevas habilidades a lo largo de toda su vida, relacionadas o no con el trabajo. Esto les permite adaptarse a los cambios y aprovechar las nuevas oportunidades que surgen en su campo, pero también tener un desarrollo personal más pleno y encontrar cosas que les apasionen en diferentes disciplinas.
Esto incluye colaboraciones activas con empresas del sector, proyectos de investigación aplicada, conferencias y charlas de exponentes relevantes invitados. A través de estas experiencias, los estudiantes tienen la oportunidad de establecer contactos en su campo de interés, obtener información sobre las tendencias y demandas del mercado laboral, así como adquirir una mayor comprensión práctica del entorno en el que trabajarán.
Las conexiones directas con el mundo laboral internacional también ayudan a desarrollar una mentalidad empresarial y global, fomentando el espíritu emprendedor y la capacidad de identificar oportunidades y crear soluciones innovadoras. Por ello, el personal directivo debe crear continuamente las condiciones para que esto ocurra.
Las soluciones para formación superior de Pearson Higher Education están diseñadas para fortalecer cada uno de los pilares de la educación integral que hemos explorado. Nuestras herramientas no solo están diseñadas de acuerdo con las últimas tendencias de la pedagogía, la industria y el desarrollo sostenible, también ofrecen recursos y programas integrales enfocados a las habilidades transferibles y propician la conexión con el mundo laboral real.
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World Employment and Social Outlook: Trends 2022. Geneva: International Labour Office, 2022. Extraido de: www.ilo.org/wcmsp5/groups/public/---dgreports/---dcomm/---publ/documents/publication/wcms_834081.pdf
Los jóvenes y el empleo en América Latina: desafíos y perspectivas ante el nuevo escenario laboral. German Agency for Technical Cooperation-NU. CEPAL (2006) Extraido de: https://repositorio.cepal.org/handle/11362/1902