Como dijo el escritor francés Voltaire, “leer magnifica el alma”. En realidad, leer es transformador porque, además de ser una ventana al conocimiento, también es una excelente manera de viajar a mundos imaginarios sin siquiera salir del lugar.
Los libros pueden ser tan poderosos que históricamente, durante mucho tiempo, han sufrido censura durante dictaduras, guerras, gobiernos totalitarios, entre otros. Muchos no lo saben, pero la Revolución Francesa, el Mayo de 1968 y la Ilustración se inspiraron en la filosofía presente en algunas obras, como “Desobediencia civil”, de Henry David Thoreau.
Esto demuestra cuánta información puede cambiar comportamientos y realidades. Además, la lectura es esencial para el aprendizaje y en el caso de la educación superior, implica una formación académica e interfiere en el rendimiento del futuro profesional.
El aprendizaje de las asignaturas del plan de estudios de las instituciones de educación superior se mejora cuando en paralelo los estudiantes están orientados a buscar información en los libros. Al fin y al cabo, la lectura mejora la capacidad de interpretar textos, ya que amplía la capacidad de análisis textual, aumenta automáticamente el rendimiento profesional y amplía el vocabulario.
Por lo tanto, el gran desafío de la educación contemporánea es formar estudiantes que desarrollen la capacidad de pensar, reflexionar, proponer soluciones a dificultades y asuntos actuales, trabajar y cooperar en grupos sociales, convirtiéndose en constructores de su propio conocimiento mediante la investigación.
Sin embargo, para que se conviertan en investigadores es necesario estimular experiencias que permitan la formación de conceptos a través de la lectura.
Actualmente, la mayoría de los jóvenes están inmersos en las tecnologías y en el entorno digital, siendo constantemente bombardeados por un exceso de información o infoxicación, lo que puede llevar a la desconcentración y al olvido. Lo que también es un factor agravante, para aquellos que necesitan estudiar, leer y comprender las obras indicadas en las clases de principio a fin.
Este es un problema que debe ser tratado en la particularidad de cada uno y también que debe ser discutido en el ámbito escolar, para que los estudiantes entiendan la importancia de un equilibrio del uso de herramientas digitales, en el que la lectura, que instruye y realmente enseña, es disciplinada dentro de sus realidades, a través del libro digital.
No hay duda de que muchos de estos estudiantes modernos tendrán un tiempo más fácil con la lectura digital, una práctica que puede impactar positivamente en la calidad del proceso de enseñanza-aprendizaje. Como ya están acostumbrados al mundo digital, con persistencia se acostumbrarán a este tipo de lecturas, con los libros que se han adaptado a este escenario más tecnológico.
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Realizada virtualmente, por acceso continuo a internet o en medios offline, la lectura digital se realiza a través de libros electrónicos y aplicaciones móviles, así como redes sociales, blogs, entre otros. En un mundo globalizado, la Internet dicta las tendencias literarias, promueve los bestsellers y da a conocer a los escritores anónimos en todo el mundo. El crecimiento constante de la red social brinda a las personas una mayor intimidad con el uso de computadoras, tabletas y teléfonos inteligentes, que dan acceso a plataformas que promueven la lectura digital, de manera muy fácil.
Las encuestas a menudo han demostrado el creciente acceso a Internet, que ha dado un salto durante los años de la pandemia, en todos los ámbitos de la vida. Con esto, más personas utilizan los canales de investigación en línea para buscar temas sobre los que sienten curiosidad o quieren entender mejor y, en el caso de los estudiantes, para analizar información de las materias escolares.
Además de atraer a más y más generaciones nativas digitales, que nacieron en la era de Internet, la nueva forma de leer libros también ha conquistado a aquellos que amaban las versiones físicas de los libros que, debido a la practicidad, están migrando gradualmente a la lectura en dispositivos digitales.
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La lectura digital tiene numerosos beneficios, como el ahorro de espacio y la practicidad, ya que es fácil de almacenar y transportar, sin exceso de peso y, lo mejor, sin acumulación de polvo y sigue siendo sostenible, ya que no tiene residuos de papel. Además, permite al usuario moverse entre varios títulos, dondequiera que esté, durante el período de trabajo, en la escuela, en casa, etc. Con la biblioteca digital, el acceso a una multitud de obras es mucho más sencillo y aún así ahorra recursos, ya que no tiene tarifas relacionadas con la entrega.
Los libros digitales son duraderos (no envejecen como en papel) y el trabajo aún se puede actualizar periódicamente, si es necesario, como con las leyes del curso de derecho.
Las aplicaciones y dispositivos de lectura digital permiten una mayor personalización, mejorando la accesibilidad en la lectura, como ajustar el contraste, el tamaño de fuente, la dirección de la pantalla, entre otras cosas. A través de la herramienta, el lector aún puede interactuar con otros lectores y obras literarias, hacer marcas, agregar notas, buscar términos, etecétera.
La actualización de las instituciones necesita estar alineada con las nuevas generaciones, para preparar mejor a los profesionales del futuro, que tendrán que estar totalmente alineados con las nuevas tecnologías del mercado. Es necesario avanzar e implementar nuevas metodologías, con mayor integración digital, en la educación superior, haciendo que la educación sea más dinámica e interesante para los estudiantes.
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