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Internet se ha convertido en un elemento de nuestra vida cotidiana tan importante como la realidad tangible que nos rodea. A medida que ofrece opciones cada vez más inmersivas para la interacción, el trabajo, el aprendizaje, las compras o la diversión, más fuerza gana el concepto Metaverso.
Así como las aulas virtuales e híbridas que ya están sustituyendo paulatinamente el aula tradicional por la nueva era de la educación, es prácticamente un hecho que pronto el metaverso emergerá como el entorno natural de enseñanza-aprendizaje para las nuevas generaciones.
Hoy vamos a explicar exactamente qué es este territorio digital, cuáles son las implicaciones para la educación del futuro y cómo las instituciones ya están aprovechando sus ventajas para ser más competitivas e innovadoras. ¡Sigue leyendo!
El metaverso ha ganado popularidad recientemente, especialmente cuando la empresa Facebook anunció la transición de la marca a Meta. La propuesta se basa en un ecosistema unificado de entornos virtuales 3D que permite a los usuarios socializar, aprender, colaborar y divertirse de formas inimaginables.
Sin embargo, el "pre-metaverso" de una forma u otra ha existido durante muchos años. Podemos citar como ejemplo la gran cantidad de juegos en línea que simulan universos abiertos y permiten a los usuarios explorar diferentes mundos, personalizar avatares, interactuar entre ellos e incluso participar en diferentes formas de transacciones financieras virtuales.
Antes de la pandemia y el boom de la tecnología blockchain, los universos de realidad virtual eran considerados principalmente opciones de esparcimiento. Pero con la llegada del confinamiento y la necesidad de explorar nuevas posibilidades de trabajo y estudio a distancia, el metaverso se ha perfilado como una herramienta innovadora para todo tipo de actividades cotidianas, incluyendo a la educación.
Puede ser un poco complejo entender lo que pretende ser el metaverso y cómo impactará en todas las áreas de nuestra vida. Una forma sencilla de verlo es que el metaverso será como el “nuevo internet” y muchas páginas o plataformas web se convertirán en entornos inmersivos de realidad virtual entre los que el usuario puede navegar con su avatar libremente.
Los entornos digitales del metaverso ofrecen oportunidades para todo tipo de aplicaciones prácticas, y ya existen planes de uso para las siguientes industrias:
Por su naturaleza, los juegos online y metaversos tienen una relación privilegiada, y todo indica que el videojuego definirá un modelo básico para la implementación de los metaversos. De esta forma, puede haber una mayor exploración en el uso de estrategias de gamificación y, quizás, sea uno de los primeros pasos para la aplicación de la nueva tecnología.
Actualmente ya existen plataformas similares a los juegos que permiten hacer negocios, ganar dinero e incluso especular con posesiones inmobiliarias virtuales. Por ejemplo:
Muchas empresas alrededor del mundo están comenzando a desarrollar tecnología inmersiva 3D orientada a fines educativos. Nuevamente, uno de los mejores ejemplos es Facebook, quien en su sitio web indica que actualmente están invirtiendo 150 millones de dólares en recursos de realidad virtual para el aprendizaje.
Comenzar a aprovechar el metaverso en la educación requiere que las instituciones se familiaricen con las tecnologías inmersivas que impulsan los entornos virtuales y que permiten proporcionar a los estudiantes una experiencia más próxima al mundo real. Algunas de las más importantes son:
Aunque tienen mucho en común, la realidad virtual y la realidad aumentada no son estrictamente lo mismo. En el primer caso, todo el entorno con el que está interactuando el usuario es generado por computadora, en el segundo, es posible integrar elementos digitales a la realidad circundante gracias a la pantalla de un teléfono o a unas gafas inteligentes.
La realidad aumentada será una forma muy eficiente de conectar el metaverso con el mundo real.
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Si bien es posible acceder a entornos virtuales o modificar la realidad desde una pantalla, la tendencia apunta a experiencias mucho más inmersivas y orgánicas a través de innovadoras lentes de realidad virtual y gafas inteligentes.
Las lentes VR se utilizan para conectar al usuario a entornos digitales 100% generados por computadora a los que se puede acceder a través de cualquier dispositivo.
Las gafas inteligentes, cuyo desarrollo y comercialización aún se encuentran en sus primeras etapas, permiten combinar elementos virtuales con el entorno físico del usuario.
Se considera que, próximamente, las gafas inteligentes serán dispositivos de uso personal tan populares como los smartphones y, según algunas predicciones, quizás incluso podrían sustituirlas.
La inteligencia artificial (AI), entre otras muchas aplicaciones, permite analizar enormes cantidades de datos en tiempo real y personalizar la experiencia de los entornos inmersivos de acuerdo con las necesidades y preferencias del usuario.
En el terreno del aprendizaje adaptativo esto es especialmente relevante, pues gracias a una IA los alumnos podrán avanzar en los cursos a su ritmo y con contenidos dinámicos que se adaptan a sus estilos de aprendizaje.
Dado que las actividades y operaciones realizadas en el metaverso tendrán el mismo impacto y validez que aquellas llevadas a cabo en el mundo real, se necesitan sistemas de control y seguridad muy sofisticados que permitan estar tranquilos frente a posibles hackeos y robos de información.
La tecnología blockchain, especialmente en su forma de criptomonedas y contratos inteligentes, permite que los entornos virtuales ofrezcan altas garantías de confianza tanto a los usuarios como a las empresas.
Las aplicaciones de realidad virtual en entornos de aprendizaje digital son muchas en prácticamente todos los niveles escolares y especialmente en la educación superior. Es razonable pensar que en un futuro no muy lejano, muchos estudiantes realizarán la mayoría de sus actividades escolares desde la comodidad de sus hogares gracias al metaverso.
Una de las metas a mediano plazo de muchas instituciones de nivel superior es comenzar una migración digital radical hacia el metaverso. El objetivo es que alumnos de todo el mundo puedan asistir a un campus 100% virtual, idéntico al campus universitario real, y convivir simultáneamente con colegas y docentes en modalidad remota y presencial.
Como ejemplo, podemos mencionar el campus virtual del Tec de Monterrey. El entorno fue especialmente diseñado para que los estudiantes asistan a clases con sus avatares personalizados. Además, pueden socializar con colegas en diferentes escenarios como pista polideportiva, aula virtual, auditorio, patio de comidas, etc.
Para ello, sería necesario construir ambientes dinámicos altamente complejos capaces de emular fielmente la esencia de la vida universitaria, pero también sería necesario que los alumnos y el personal en modalidad presencial contarán con dispositivos para interactuar con sus colegas remotos, por ejemplo, gafas inteligentes.
Actualmente ya existen gran cantidad de simuladores para estudiantes de carreras como medicina, aeronáutica o ingeniería civil, que implican un elevado nivel de complejidad y en las cuales un movimiento en falso puede llegar a ser fatal. Gracias a la tecnología, antes de salir a ejercer al mundo real los alumnos pueden practicar operaciones críticas en ambientes controlados.
El metaverso puede llevar estos simuladores aún más allá e insertarlos en entornos contextuales altamente alineados con los que los recién egresados encontrarán en la vida real.
Por ejemplo, pasar de un simulador que permite practicar operaciones de corazón abierto a todo un hospital virtual en donde realizar pre-residencias, o de un “simple” simulador de vuelo a toda una red de aeropuertos virtuales idénticos a los principales aeropuertos del mundo.
Museos, ciudades lejanas, ecosistemas naturales e incluso diferentes épocas geológicas se pueden explorar gracias a la realidad virtual. Por ejemplo, el metaverso permitirá a un estudiante de inglés en Colombia o Brasil escuchar y practicar el idioma en entornos que emulan una ciudad de habla inglesa y con hablantes nativos.
Además, la tecnología promete una inmersión completa y única para los cursos de astronomía en los que los alumnos podrán ver, en detalle, las principales particularidades de cada planeta, constelación y galaxia.
Si el alumno cuenta con unas gafas inteligentes, podría complementar sus recorridos por sitios de interés académico con toda clase de información adicional.
Por ejemplo, en una visita a un sitio histórico o ruinas de una civilización antigua, la tecnología puede escanear códigos QR, implementar recursos académicos adicionales, contenido digital suplementario y registrar el porcentaje de progreso del estudiante a lo largo de la experiencia de aprendizaje.
Más allá de la competitividad en la educación, comenzar a tomar en cuenta los nuevos ambientes virtuales de aprendizaje de tipo inmersivo le permitirá a tus alumnos familiarizarse con una realidad que de una forma u otra los alcanzará cuando ingresen al mundo laboral.
Sin duda tendremos que vivir una transición en la que las herramientas de aprendizaje comiencen a incluir dispositivos VR y salas virtuales idénticas al presencial.
La adopción de la educación híbrida con plataformas de e-learning o mobile learning, el modelo de aprendizaje adaptativo, la gamificación, entre otros, son pasos seguros que tu institución puede tomar para avanzar lentamente hacia una educación inmersiva que pronto será un estándar educativo universitario.
Con las soluciones de educación superior de Pearson Higher Education, tenga la seguridad de que su institución tendrá las herramientas más innovadoras y modernas para mantenerse al día con las últimas tendencias educativas. ¿Damos juntos el primer paso hacia el futuro de la educación?
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