Las carreras STEM no solo siguen experimentando una demandan creciente en el mercado laboral, además contribuyen activamente a la creación de soluciones tecnológicas que pueden ayudar a construir un mundo mejor.
STEM son las siglas en inglés de Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas (Science, Technology, Engineering, and Mathematics). Este es el campo en el que los niños y jóvenes aprenden, entre otras cosas, a construir y programar equipos, y en general a entender cómo funcionan las computadoras, las máquinas automatizadas y los robots.
Algunas estadísticas interesantes sobre las profesiones STEM:
Hoy revisaremos las razones por las cuales impulsar las carreras y el conocimiento STEM en tu universidad es tan importante no solo para tus alumnos, también para la sociedad en general. Además, veremos algunas estrategias puntuales mediante las cuales puedes fortalecer la práctica de STEM a lo largo de toda la formación profesional.
Cada uno de los campos STEM está estrechamente interconectado con los demás. Juntos, forman un cuerpo de conocimientos en evolución constante, pero que parte de algunos principios básicos directamente relacionados con las matemáticas.
Las carreras en el campo STEM son muy variadas, algunas de las más populares y sus aplicaciones son:
Como puedes ver, muchas aplicaciones STEM son interdisciplinarias y es complicado atribuirlas a un campo principal, por ejemplo, la farmacología, que al mismo tiempo pertenece a la química y a las ciencias de la salud. Cabe mencionar que entre las aplicaciones STEM mejor pagadas resaltan el análisis de datos y la automatización.
Te puede interesar: 👉 El mercado laboral del futuro: ¿cuáles serán las carreras más demandadas?La demanda de profesionales en el área STEM incrementó cerca de diez veces en la primera década del siglo, y actualmente su crecimiento es 1.7 veces mayor a la de los empleos no relacionados con STEM, ya que cada día aparecen nuevos subcampos interdisciplinarios.
Por otro lado, los avances de la tecnología, la inteligencia artificial y la automatización están creando un fenómeno laboral en el cual cada vez se necesita menos mano de obra, y más personal cualificado para operar y diseñar maquinaria.
Es importante señalar que en el campo IT no todo es programación o ingeniería de sistemas, de hecho, las mejores vacantes también suelen requerir sólidos conocimientos en matemáticas y ciencias, pero eso no significa que otras áreas de conocimiento no puedan beneficiarse de estas disciplinas.
La educación STEM (o la alfabetización científica-tecnológica) es parte del desarrollo intelectual integral de cualquier persona porque nos ayuda fortalecer nuestro pensamiento crítico y a comprender cómo funciona el mundo y la sociedad en que vivimos, y por eso es importante tener buenas bases sin importar que seamos periodistas, historiadores o servidores públicos.
Para que tu institución se convierta en un referente de educación STEM, no basta tener una buena oferta de carreras en el campo de las ciencias y la tecnología; es necesario llevar a cabo una serie de acciones simultáneas que ayuden a tus estudiantes a crear soluciones reales, altamente viables para problemas relevantes en su comunidad a lo largo de su formación profesional y no solo al final de esta.
Algunas de las estrategias más importantes para lograr esta meta son:
La tecnología es uno de los pilares básicos para la enseñanza en cualquier carrera STEM. Si no contamos con equipos y sistemas tecnológicos robustos, por mucha teoría que tengan, los estudiantes no podrán aplicarla adecuadamente.
No se trata de adquirir los equipos más innovadores y costosos, sino de tener todo lo básico para que los estudiantes cuenten con las piezas que necesitan para innovar ellos mismos.
De acuerdo con una estadística preocupante del Centro Smithsoniano para la Educación, el 78% de los alumnos que egresan del bachillerato no tienen los conocimientos necesarios para los cursos superiores en áreas como matemáticas, ciencias, comprensión lectora e inglés. Todas ellas fundamentales para poder seguir una carrera STEM.
La falta de preparación STEM muchas veces desmotiva a los estudiantes a elegir estas carreras, o causa que las abandonen en estadios tempranos, por lo cual es importante que el esfuerzo de las universidades sea extensivo a la etapa educativa previa.
Muchas universidades tienen alianzas con escuelas de educación media superior, buscando que un buen porcentaje de los alumnos que terminan la preparatoria ingresen a su institución.
Esto debe aprovecharse para habilitar cursos preparatorios en las áreas STEM, de modo que los estudiantes lleguen a la carrera con bases suficientes que les permitan avanzar a buen ritmo y, lo más importante, familiarizados con la utilidad práctica de las ciencias y la tecnología para encontrar soluciones a problemas de la vida real.
Mucho se ha hablado del bajo porcentaje de mujeres en las carreras STEM, pero de acuerdo con las estadísticas, en realidad todas las minorías están infra-representadas en las matrículas de estos campos, lo cual también significa que difícilmente pueden acceder a este mercado laboral y a sus ventajas.
Las personas que pertenecen a una minoría, ya sea por un tema de género, raza, religión, discapacidad o situación socioeconómica, tienen muchas menos posibilidades de ingresar y culminar una formación STEM profesional, y frecuentemente eligen carreras “que no tienen matemáticas” porque no se sienten lo bastante preparados en estas materias.
Sin embargo, la educación STEM puede abrir muchas oportunidades para desarrollar soluciones a los retos particulares de las comunidades en situación de vulnerabilidad. Por ejemplo, un mayor número de mujeres rurales emprendiendo y generando empleos en campos STEM impacta positivamente en la situación socioeconómica de toda la región.
En este sentido, tu institución puede habilitar becas o programas especiales, pero también apoyar a los alumnos para que consigan patrocinios y recursos externos de financiamiento por parte del gobierno o asociaciones privadas.
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“Aprender haciendo” e integrar conocimientos interdisciplinarios es otro de los pilares más importantes en la educación STEM. La teoría siempre es necesaria, pero la aplicación práctica de los conocimientos siempre debe ser el foco de la enseñanza, preferentemente orientada a la búsqueda de soluciones a problemas relevantes para el estudiante y su comunidad.
En este sentido, cada institución universitaria está inmersa en un contexto cultural y socioeconómico distinto, con una comunidad que enfrenta retos particulares relacionados con su economía, sus recursos naturales y el acceso a servicios, por mencionar solo algunos.
Las universidades deben familiarizarse y comprometerse activamente con estas problemáticas, para fomentar la innovación enfocada a mejorar las condiciones de vida, tanto individuales como sociales, de su entorno, bajo la premisa de pensar global, pero actuar local.
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Recuerda que tus alumnos de humanidades también pueden beneficiarse mucho de cursos interdisciplinarios optativos en STEM, como análisis y manejo de datos, programación y design thinking para problemáticas en su campo de estudio.
Lo ideal es elegir y diseñar estos cursos tomando en cuenta las demandas particulares de habilidades tecnológicas y digitales en cada campo laboral.
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