Cómo evaluar el aprendizaje de forma remota en 6 pasos

  • Fecha de publicación: 17 de octubre de 2022
Chica analizando datos desde su computadora portátil
Educación del futuro
Tiempo de lectura: 10 min.

Una de las principales preocupaciones de los docentes y las instituciones educativas es la correcta evaluación del aprendizaje. Esta debe reflejar fielmente el nivel de las habilidades y conocimientos que están desarrollando los estudiantes.


Índice de Contenido

  1. ¿Qué es la evaluación del aprendizaje?
  2. ¿Cuáles son los tipos de evaluación del aprendizaje?
  3. Pasos que se deben seguir al evaluar el aprendizaje remoto
    3.1. Establecer las evidencias de aprendizaje
    3.2. Crear reactivos válidos
    3.3. Elegir un sistema confiable
    3.4. Crear un entorno de prueba
    3.5. Analizar las estadísticas de la evaluación del aprendizaje
    3.6. Brindar retroalimentación

Evaluar el aprendizaje de alumnos con contextos y estilos de comprensión distintos siempre ha sido un reto. Los modelos de educación tradicionales llevaban años utilizando las mismas metodologías de evaluación, pero al mismo tiempo estas han sido duramente criticadas.

Una de las razones es que ponen demasiado énfasis en los procesos de memorización y acumulación de datos, más que de aprendizaje significativo que les permita transferir ese conocimiento a situaciones de la vida real.

En la otra mano, el nuevo paradigma educativo, que prioriza la adquisición de competencias integrales para la vida, está indisolublemente ligado a las TIC y a la enseñanza en línea. Esto significa que está cambiando no solo el formato de las evaluaciones (de analógico a digital, de presencial a remoto), también sus fundamentos pedagógicos.

Evaluar el aprendizaje de forma remota dista mucho de simplemente migrar los exámenes en papel a un soporte virtual: se trata de replantear todas las etapas del proceso de la enseñanza antes, durante y después de la evaluación.

Hoy revisaremos a detalle 6 pasos que debemos tomar en cuenta para nuestras evaluaciones a distancia, aprovechando al máximo las nuevas oportunidades que nos brinda la tecnología en modelos remotos e híbridos, pero también el enfoque del aprendizaje significativo.

¿Qué es la evaluación del aprendizaje?

La evaluación es un proceso de análisis de evidencias de aprendizaje que, idealmente, permite que tanto los estudiantes como los profesores identifiquen fortalezas y áreas de oportunidad.

Erróneamente, durante años el resultado de las evaluaciones se ligó únicamente al esfuerzo, automotivación y desempeño de los alumnos. Hoy sabemos que la evaluación nos dice mucho más sobre la eficiencia de los modelos de enseñanza y del desempeño de los maestros.

Por esta razón, el principal propósito de la evaluación en las escuelas, tanto presencial como remota, debería ser ofrecer información confiable que ayude a tomar mejores decisiones sobre las estrategias de estudio y el diseño de la enseñanza.

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¿Cuáles son los tipos de evaluación del aprendizaje?

hombre realizando una evaluación desde su computadora portátil

Existen muchas formas de evaluar el aprendizaje, especialmente desde que la tecnología hizo posible nuevos formatos de evaluación, por ejemplo:

  • Exámenes de opción múltiple
  • Preguntas abiertas o tipo ensayo
  • Actividades de “arrastrar y soltar”
  • Evaluaciones remotas en vivo o exámenes orales
  • Simulaciones
  • Participación en foros
  • Trabajos de investigación
  • Juegos didácticos
  • Reporte de casos prácticos

Algunas de las formas de evaluar el aprendizaje anteriores se adaptan mejor que otras a distintos objetivos de enseñanza y evidencias de adquisición de conocimientos y habilidades, pero todas deben de cumplir con estas características:

  • Validez y congruencia: significa que la prueba está midiendo e interpretando adecuadamente evidencias de aprendizaje objetivas ligadas a objetivos concretos. Por ejemplo, si estamos evaluando el razonamiento verbal, una prueba de tipo ensayo que implique haber memorizado fechas de acontecimientos históricos perderá validez.
  • Confiabilidad: quiere decir que podemos confiar en que lo que estamos evaluando realmente es una evidencia de aprendizaje del alumno. Por ejemplo, un examen en línea sin sistemas de seguridad no es una prueba confiable, ya que el estudiante pudo utilizar elementos de apoyo no permitidos o pedirle a alguien más que contestara las preguntas.
  • Reproducibilidad: la evaluación del aprendizaje puede ser replicada en la mayor cantidad posible de alumnos del mismo nivel con resultados igual de válidos y confiables.
  • Consistencia: es decir, todos los estudiantes con un contexto, acompañamiento, estrategias de estudio y motivación similares obtienen resultados similares en las pruebas.
  • Factibilidad: quiere decir que presentar las evidencias del aprendizaje es posible para todos los estudiantes del curso. Por ejemplo, una prueba en línea con temporizados no es factible de realizar para estudiantes que tienen una conexión a internet intermitente.

Adicionalmente, las evaluaciones pueden ser:

  • Formativas: también consideradas “autoevaluaciones”, son actividades breves y sistemáticas, sin impacto en la calificación final y que pueden rehacerse, diseñadas para que el estudiante compruebe qué tanto ha aprendido y, sobre todo, que identifique cuáles son sus áreas de oportunidad.
  • Sumativas: son exámenes formales únicos a partir de cuyos resultados se toman decisiones críticas ligadas con el alcance exitoso o no de los objetivos de aprendizaje. Pueden ser muy similares a las evaluaciones formativas, pero normalmente abarcan más temas y tienen más filtros de seguridad para garantizar su confiabilidad.

Los planes académicos -presenciales, remotos o mixtos- deben tomar en cuenta evaluaciones de aprendizaje tanto formativas como sumativas, ya que se ha demostrado que las primeras suelen mejorar el rendimiento en las últimas.

Pasos a seguir para evaluar el aprendizaje remotomaestro evaluando un examen desde su computadora portátil

Para garantizar que la evaluación del aprendizaje de nuestros planes académicos tiene el mismo nivel de calidad que el resto del proceso de enseñanza, vale la pena tomar en cuenta los siguientes pasos o etapas:

1. Establecer las evidencias de aprendizaje

Las evidencias de aprendizaje parten directamente de los objetivos de aprendizaje, cuya clarificación es una de las primeras etapas en el diseño de cualquier plan curricular.

Normalmente, los objetivos de aprendizaje se dividen en sub objetivos. Por ejemplo, en un curso de inglés para principiantes, uno de los objetivos puede ser que el participante aprenda a presentarse en este idioma. Otro, que pueda reconocer cuando alguien se está presentando, o poder escribir su presentación con gramática correcta, entre otros.

Hay muchas formas en las que un alumno puede demostrar que ha adquirido nuevos conocimientos y habilidades a lo largo del curso dependiendo de la materia, desde responder preguntas de opción múltiple, pasando por un trabajo de investigación hasta realizar una exposición oral.

Lo importante es que siempre nos aseguremos que cada criterio de evaluación va ligado a un objetivo concreto de aprendizaje. Por ejemplo, “diferenciar entre distintos pronombres personales” es distinto a “presentarse correctamente en diferentes contextos”.

2. Crear reactivos válidos

Una excelente forma de preparar nuestras evaluaciones de aprendizaje remoto es crear varios tipos de reactivos relacionados con las diferentes evidencias de aprendizaje, siempre siguiendo la premisa de que, mientras más alto sea el nivel de integración de conocimiento, más complejo debe ser el ejercicio.

Para los conocimientos y habilidades más básicos, las preguntas de opción múltiple y las actividades de arrastrar y soltar suelen ser buenas opciones. Para los conocimientos integrados, es mejor utilizar preguntas abiertas o ejercicios que impliquen la resolución de problemas complejos o la aplicación de juicios de valor.

En esta etapa, estaremos generando una base de reactivos versátil que pueden utilizarse para construir diferentes tipos de evaluaciones en línea de forma rápida y práctica, pero sin perder de vista los objetivos del aprendizaje ni la validez de la evaluación de cada uno.

evaluaciones en linea con inteligencia artificial

3. Elegir un sistema confiable

Ya sabemos qué queremos evaluar el aprendizaje y cómo vamos a hacerlo. El siguiente paso es garantizar la confiabilidad de la evaluación mediante la elección de un sistema de pruebas remotas, compatible con el tipo de reactivos y que cuente con bloqueos de seguridad adecuados.

Se estima que el 60% de los estudiantes hacen trampa en sus exámenes en línea cuando tienen oportunidad. Estas se relacionan más frecuentemente con el uso de material de apoyo no autorizado y la suplantación de la identidad. Un software para evaluación remota debe poder:

  • Controlar el acceso a los exámenes mediante registro previo.
  • Autenticar la identidad de cada estudiante mediante ID y reconocimiento facial.
  • Identificar y bloquear pestañas en el navegador o ventanas en el equipo ajenas a la prueba.
  • Grabar la actividad del estudiante durante la prueba.
  • Detonar alarmas ante comportamientos sospechosos en otros dispositivos, por ejemplo, el uso del celular.
  • Limitar el tiempo que tiene el estudiante para contestar cada reactivo.
  • Aleatorizar los reactivos, de modo que dos alumnos nunca tengan la misma prueba.

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4. Crear un entorno de prueba

Muchos estudiantes empiezan un examen en línea y luego se dan cuenta de que alguna dificultad técnica no les va a permitir continuar adecuadamente. Por ejemplo, si son necesarias bocinas o micrófono, y el alumno no cuenta con ellos, no podrá presentar algunas de las evidencias requeridas.

Una excelente forma de minimizar esta clase de problemas es a) asegurarnos de que los alumnos conocen los requerimientos técnicos de la prueba (por ejemplo, conexión a internet directa con cable Ethernet) y b) realizar una simulación previa a la prueba para comprobar que todo está funcionando correctamente.

Esto también ha demostrado ayudar a disminuir los niveles de ansiedad en los estudiantes.

5. Analizar las estadísticas de la evaluación del aprendizaje

Además de las evidencias de aprendizaje, hay varias cosas que se pueden medir cuando estamos usando el software de evaluación remota adecuado, y que nos brindan información útil para seguir mejorando.

Por ejemplo, cuál es la tasa de aprobación, cuánto tardan los estudiantes en cada reactivo, cuáles preguntas tienen más porcentaje de error y si esto corresponde a su nivel de complejidad, cuántos estudiantes deben abandonar la prueba por problemas técnicos o detección de trampa, etc.

Incluso, podemos incluir reactivos que no se relacionen directamente con el aprendizaje, sino con la actitud frente al aprendizaje, el contexto de cada estudiante y las estrategias individuales de aprendizaje. Por ejemplo:

  • ¿Qué tan satisfecho estuviste con el material del curso?
  • ¿Qué tan adecuadas te parecieron las preguntas de la prueba?
  • ¿Hubo algún reactivo que no entendieras?
  • ¿Qué tan motivado te sentías al iniciar la prueba?
  • ¿Qué tan confiado estás de obtener una buena calificación?
  • ¿Por qué?

6. Brindar retroalimentación

Las experiencias más efectivas de aprendizaje suelen ser secuencias de práctica, evaluación y retroalimentación. Desgraciadamente, esta última etapa suele dejarse de lado y muchos alumnos aprueban por poco sus evaluaciones, pero no tienen claro qué pueden hacer para seguir mejorando, lo cual obviamente repercute en evaluaciones posteriores.

La retroalimentación, por un lado, debe tener una dimensión emocional que ayude a motivar al estudiante a partir del reconocimiento de sus habilidades actuales, pero también debe llevarlo racionalmente a encontrar estrategias de estudio que le permitan abordar mejor sus áreas de oportunidad.

La retroalimentación no es solo indicarle al estudiante qué reactivos contestó bien y cuáles no: es analizar juntos dónde estuvo el error, explorar la respuesta correcta y establecer estrategias que permitan anclar correctamente dicho conocimiento o habilidad para la próxima ocasión.

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REFERENCIAS

Alvarado, M.A. (2014) Retroalimentación en educación en línea: una estrategia para la construcción del conocimiento. Extraído de: 2016 de http://ried.utpl.edu.ec/sities/default/files/files/file/archivo/volumen17-2/retroalimentación.pdf

Lazcano, L. (2017): Instrumentos de evaluación de aprendizaje en entornos virtuales. Perspectiva de estudiantes y aportes de docentes. Universidad Nacional de la Patagonia Austral. Extraído de Dialnet-InstrumentosDeEvaluacionDeAprendizajeEnEntornosVir-5919087.pdf

 

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