Proctoring: ¿qué es y cómo ayuda a la supervisión de exámenes online?

  • Fecha de publicación: 20 de septiembre de 2022
Educación del futuro
Tiempo de lectura: 16 min.

Proctoring significa literalmente “supervisión” en inglés. Es un término que se utiliza para referirse a una persona imparcial o un software que vigila el comportamiento de un estudiante o candidato durante un examen para evitar que haga trampa.

Índice de Contenido

  1. ¿Qué es el proctoring y cómo funciona?
    1.1 Comparativa de modalidades o tipos de proctoring
    1.2 Proctoring en la era de la inteligencia artificial
  2. ¿Qué tan importante es el proctoring realmente?
  3. ¿Cuáles son las formas principales de hacer trampa en un examen en línea?
    3.1 Acceder a materiales y herramientas no autorizadas
    3.2 Solicitar la ayuda de otra persona
  4. Beneficios del proctoring en universidades
    4.1 Garantizar la integridad académica
    4.2 Incrementar la confianza en programas online
    4.3 Escalabilidad para evaluaciones masivas
    4.4 Flexibilidad para estudiantes y docentes
    4.5 Optimización de recursos institucionales
  5. 7 tips para disminuir el porcentaje de trampas en tus exámenes
  6. ¿Cómo funciona el proctoring con Test Bench de Pearson?

El proctoring es un sistema de supervisión digital que permite monitorear a los estudiantes durante los exámenes en línea para garantizar la integridad académica. A través de tecnologías como el reconocimiento facial, el seguimiento ocular, el análisis del entorno o incluso la detección de patrones de escritura, estas herramientas ayudan a prevenir trampas y plagios, validar la identidad del alumno y asegurar evaluaciones confiables.

La demanda de soluciones de proctoring ha crecido rápidamente. Investigaciones recientes muestran que cerca del 15% de estudiantes admiten haber hecho trampa en exámenes presenciales, pero el porcentaje sube a un alarmante 29% cuando se trata de evaluaciones online. Más preocupante aún, menos del 2% de quienes hacen trampa en entornos digitales reportan haber sido descubiertos, lo que evidencia la dificultad de supervisar adecuadamente los entornos virtuales de evaluación.

Basta una búsqueda rápida en Google que comience con “cómo hacer trampa” para darnos cuenta de que una de las primeras sugerencias del autocompletar es “...en un examen en línea”, y hay cientos de páginas y foros donde se discuten formas cada vez más ingeniosas y sofisticadas de hacerlo. Hoy en día se trata de un problema grave, especialmente para las universidades e instituciones que dependen de las evaluaciones por computadora como parte de sus criterios para aceptar candidatos o graduar estudiantes. Sobra decir que la pandemia y la necesidad de enseñanza y evaluación remota solo agravaron esta situación. 

Por esa razón, el proctoring digital es una herramienta urgente para las universidades que aún no lo han implementado. Hoy revisaremos cómo funciona y otros consejos básicos para hacer de la aplicación de exámenes un proceso más seguro y confiable para todos los involucrados. 

¿Qué es el proctoring y cómo funciona?

Alumno contestando su examen online desde su computadora portátil

El proctoring es, básicamente, utilizar algún sistema de seguridad para disminuir las posibilidades de que un estudiante haga trampa. Algunos programas o estrategias son más eficientes que otros, y aunque no existe ninguno con un 100% de confiabilidad, sí pueden ser altamente efectivos cuando se combinan con ciertas precauciones adicionales. Existen tres tipos principales de proctoring en línea:

Proctoring en vivo: es cuando un supervisor acompaña al estudiante a lo largo del examen mediante una cámara web y conexión remota a su computadora. En estos casos, el supervisor puede ver en tiempo real la pantalla del examinado y también pedirle que cambie el ángulo de la cámara o lo ajuste cuando algo resulta sospechoso. 

Con la tecnología adecuada de por medio, es un tipo de proctoring muy efectivo, el problema es que es difícil tener un supervisor para cada estudiante aplicando un examen, y el proctoring remoto de varios estudiantes a la vez diluye sustancialmente la capacidad de identificar alertas del supervisor. 

Recorded proctoring: Significa que se graban tanto la pantalla del estudiante como su comportamiento durante el examen por medio de una cámara web y un micrófono, y posteriormente se revisa cada grabación en busca de posibles transgresiones. También es un mecanismo eficiente porque hay un supervisor de carne y hueso analizando cada caso, pero toma demasiado tiempo revisar las grabaciones una a una. 

Proctoring automatizado: lo que lo diferencia de los dos anteriores es que en lugar de un supervisor humano, el programa utiliza una inteligencia artificial capaz de interpretar la información que llega desde la pantalla, la cámara y el micrófono. 

Esto le permite asegurarse de que en todo momento quien está haciendo el examen es la persona que corresponde al ID del registro, y que no está recibiendo ayuda externa, entre otras cosas. 

Comparativa de modalidades o tipos de proctoring

 

Modalidad

Ventajas

Desventajas

En vivo (humano)

Detección inmediata de irregularidades. Interacción directa.

Alto costo y poca escalabilidad. Puede resultar invasivo.

Automatizado (IA)

Escalable, costo menor, disponible 24/7. Compatible con exámenes masivos.

Riesgo de falsos positivos, dependencia tecnológica, menor empatía.

Híbrido

Combina eficiencia de IA con juicio humano. Mayor precisión.

Requiere más inversión y coordinación institucional.

Proctoring en la era de la inteligencia artificial

Herramientas como ChatGPT o Copilot han abierto nuevas oportunidades de aprendizaje, pero también han incrementado las posibilidades de deshonestidad académica. Según el Wiley Academic Integrity Survey, un 60% de los docentes reconoce que la llegada de la IA aumentó su preocupación sobre la integridad académica en evaluaciones digitales. Esto se debe a que puede generar respuestas en segundos, redactar ensayos completos e incluso resolver problemas matemáticos complejos, dificultando distinguir entre el trabajo original del estudiante y el producido por un algoritmo.

Los sistemas de proctoring diseñados antes de la IA suelen enfocarse en detectar comportamientos visibles (como mirar hacia otro lado, usar el celular o recibir ayuda externa). Sin embargo, la IA se integra de forma invisible en la dinámica de estudio, lo que hace que no siempre sea detectada por los métodos de supervisión tradicionales. Frente a estos retos, el proctoring también está evolucionando:

  • Análisis de patrones de escritura (keystroke dynamics): permite diferenciar si un texto fue escrito por el estudiante o generado por IA.
  • Modelos predictivos de desempeño: comparan la consistencia de las respuestas con el historial académico del estudiante.
  • Integración con detectores de plagio de IA: cada vez más plataformas combinan proctoring con verificadores de originalidad adaptados a textos generados por LLMs (Large Language Models).

Sin embargo, como señalan diversos expertos en el tema, el proctoring por sí solo no basta. La verdadera solución requiere un cambio pedagógico profundo: diseñar evaluaciones que promuevan el pensamiento crítico, la aplicación práctica y la creatividad, dimensiones en las que el uso de IA resulta más fácil de detectar. Por ejemplo, algunas universidades ya están combinando proctoring automatizado con evaluaciones abiertas, donde los estudiantes pueden consultar materiales, pero deben aplicar conocimientos en casos reales, lo que reduce el atractivo de “hacer trampa” con IA.

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¿Qué tan importante es el proctoring realmente?

Alumna contestando examen online desde su laptop en la biblioteca

Los datos más recientes confirman que la integridad académica es uno de los mayores desafíos de la educación superior digital. El 59% de los estudiantes universitarios admiten haber hecho trampa en sus cursos en algún momento, incluso en instituciones tan reconocidas como Harvard o Yale. Además, más de la mitad (54%) consideran que es más fácil hacer trampa en entornos online que en clases presenciales. Esta percepción también es compartida por los docentes: un 82% cree que los alumnos encuentran más sencillo engañar en evaluaciones digitales que en exámenes presenciales. 

Los estudiantes de educación superior han encontrado formas casi imperceptibles de hacer trampas en sus pruebas desde siempre, pero la migración de la evaluación al entorno digital les dio más herramientas tecnológicas para “salirse con la suya”. Los exámenes estandarizados más importantes de la trayectoria académica (aquellos de los que depende graduarnos de la educación media e ingresar a la educación superior) son, por todo lo que hay en juego, los más falseados. 

Una de las consecuencias de este fenómeno es que se observan muchos más puntajes altos y casi perfectos que antes, lo cual es una clara señal de que se está recurriendo a ayuda externa. Por ejemplo, en los exámenes de conocimientos generales GRE (Graduate Record Examination) que generalmente se solicitan para entrar a un posgrado en una universidad estadounidense, se ha reportado que miles de aspirantes extranjeros le pagan a otros estudiantes mejor preparados para que presenten la versión remota de esta prueba por ellos. 

Esto no solo es un problema moral y una injusticia a nivel académico, sino que promueve que los candidatos que no están adecuadamente preparados sean quienes terminan obteniendo las mejores becas, posiciones académicas y ofertas laborales en procesos estandarizados, lo cual a su vez repercute profundamente en el avance de las ciencias y la eficiencia de las industrias.

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 ¿Cuáles son las formas principales de hacer trampa en un examen en línea?

Acceder a materiales y herramientas no autorizadas

Un ejemplo típico sería el de los estudiantes que en una pestaña de navegación tienen abierto el examen, y en otra están buscando las respuestas. Si esto no es posible, incluso pueden utilizar su celular, sus apuntes, una calculadora científica o un libro para obtener ayuda. 

Es relativamente sencillo bloquear otras aplicaciones en el mismo equipo en el que se está llevando a cabo el examen, pero para detectar y categorizar comportamientos sospechosos se necesita una inteligencia artificial capaz de interpretar la información que recibe mediante una webcam y un micrófono encendidos. 

Solicitar la ayuda de otra persona

Una persona más preparada brinda ayuda de alguna manera a quien está realizando el examen, o incluso suplanta su identidad del todo, como vimos en el ejemplo de los GRE. 

Sin embargo, lo más común parece ser que en la misma habitación o incluso fuera de ella haya otra persona brindando apoyo y aprovechando a su vez algún dispositivo con conexión a internet. Por ejemplo, el estudiante puede duplicar su pantalla en otro dispositivo mediante un cable HDMI para que alguien más vea las preguntas y escriba las respuestas correctas en otra pantalla duplicada detrás del monitor en el que se está haciendo la prueba, que no es detectable por la cámara. 

Cualquiera de las dos maneras de hacer trampa puede tomar distintas formas y ser indetectable por los sistemas estándar e incluso por un supervisor en vivo del examen, si es que lo hubiera. 

Beneficios del proctoring en evaluaciones en línea en universidades

Un estudio sobre el uso de tecnologías de e-proctoring en Latinoamérica encontró que, de un total de 267 universidades mapeadas en estos tres países, 46 usan software de e-proctoring, y su uso se concentra principalmente en instituciones privadas. El proctoring puede convertirse en un aliado estratégico para tu universidad, ya que permite fortalecer la confianza en tus programas digitales. Estos son los beneficios más relevantes:

1.- Garantizar la integridad académica

El mayor aporte del proctoring es asegurar que los resultados de una evaluación reflejen realmente el desempeño del estudiante. Al reducir las oportunidades de fraude, se preserva la credibilidad de los títulos académicos y la confianza de empleadores y organismos acreditadores.

2.- Incrementar la confianza en programas online

Uno de los principales obstáculos de la educación virtual es la percepción de que es más fácil hacer trampa que en modalidades presenciales. Al implementar proctoring, las universidades muestran su compromiso con la equidad y validez de las evaluaciones.

3.- Escalabilidad para evaluaciones masivas

El proctoring automatizado permite que una institución supervise miles de exámenes de forma simultánea, algo imposible de lograr con métodos tradicionales. Esto es fundamental para universidades con programas a distancia de gran matrícula o que aplican pruebas de certificación a gran escala.

4.- Flexibilidad para estudiantes y docentes

Los exámenes pueden realizarse desde cualquier lugar, en horarios diversos, sin perder control de la integridad académica. Esto favorece la equidad de acceso, especialmente para estudiantes de regiones alejadas o con limitaciones de movilidad.

5.- Optimización de recursos institucionales

Implementar proctoring disminuye la necesidad de personal presencial y reduce costos logísticos en comparación con la organización de evaluaciones físicas. Además, las instituciones pueden aprovechar reportes detallados de comportamiento y desempeño, que ayudan a mejorar la toma de decisiones.

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7 tips para disminuir el porcentaje de trampas en tus exámenes 

Además de un software de proctoring con IA, hay algunos filtros de seguridad adicionales que puedes aprovechar para incrementar aún más la confiabilidad de los resultados, entre ellos:

1.- Solicita revisiones aleatorias del entorno físico. Es decir, puedes pedirle al estudiante en cualquier momento que tome su cámara y genere una vista 360° de la habitación para asegurar que no hay nadie más con él o que su equipo no está conectado a otra pantalla mediante HDMI. 

2.- Solicita que el estudiante se encuentre en una habitación con una única puerta, cerrada desde adentro y orientada directamente a espaldas del examinado, de modo que pueda ver si alguien entra. 

3.- En pruebas muy críticas, como aquellas de las que depende una admisión o un grado, pídele a los estudiantes que utilicen dos cámaras, una para grabarse a sí mismos durante la prueba, y otra en un ángulo abierto para grabar la habitación. 

4.- Asegúrate de que los estudiantes entienden cómo funcionan los mecanismos de seguridad de la prueba, para que no los violen accidentalmente, por ejemplo, usando una calculadora que no sabían que no estaba permitido usar. 

5.- Aleatoriza las preguntas. Para evitar que dos estudiantes realicen la misma versión del examen, siempre aleatoriza o randomiza tus reactivos, es decir, asegúrate de que no se le presenten en el mismo orden a todos. 

6.- Usa siempre un timer. No se trata de presionar a los alumnos innecesariamente, pero si una prueba no tiene un tiempo máximo de respuesta, es mucho más sencillo que los estudiantes hagan trampa con el pretexto de que se tuvieron que mover de sus asientos por una u otra razón. Establece un tiempo razonable e incluso sobrante, pero no ilimitado. 

7.- Utiliza preguntas que impliquen un proceso de resolución de problemas o de deducción con base a los datos presentados, en lugar de preguntas con respuestas estandarizadas. 

Sin duda, la manera más eficiente de evitar las trampas es mediante una combinación entre un supervisor humano y una IA; sin embargo, esto no siempre es posible debido a las restricciones de tiempo, distancia y presupuesto, por lo cual la siguiente mejor opción es el proctoring online, aunado a buenas prácticas de evaluación remota.

¿Cómo funciona el proctoring con Test Bench de Pearson?

TestBench de Pearson es un software de inteligencia artificial que permite garantizar la confiabilidad de los exámenes en línea mediante diferentes mecanismos de seguridad que trabajan en conjunto. Es ideal para pruebas de bachillerato, universidad y posgrado, ya que dificulta las trampas incluso para los estudiantes más versados en tecnología.

Entre otras cosas, TestBench permite:

  • Autenticar el ID facial de cada estudiante para evitar cualquier tipo de suplantación antes y durante la prueba. 
  • Monitorear el entorno del estudiante mediante la cámara y el micrófono, así como evitar que alguno de estos sea apagado o bloqueado. 
  • Grabar todo lo que ocurre durante la prueba, incluida la pantalla del estudiante.
  • Bloquear pestañas, aplicaciones o programas ajenos en el equipo de cómputo. 
  • Identificar comportamientos sospechosos, como uso de celulares, tabletas o equipos externos. 
  • Suspender la aplicación de las pruebas cuando se detecta algún intento de trampa.
  • Gestionar horarios específicos de disponibilidad de las pruebas, así como configurar timers de respuesta, es decir, el alumno tiene solo cierto tiempo para completar cada reactivo o para terminar todo el examen. 

Algunos de los comportamientos no permitidos que detonan alertas en TestBench son hablar en voz alta, recibir ayuda verbal de otra persona, mirar en una dirección distinta a la de la pantalla, usar un segundo monitor, tomar capturas de pantalla, salir de la pestaña de la prueba, salir del rango de visión de la cámara, etc.

Entre las ventajas de aplicar tus evaluaciones con TestBench están las siguientes:

  • Incrementa la confiabilidad global de los resultados de tus pruebas.
  • Es mucho más económico y viable que el proctoring en vivo con un supervisor humano.
  • Permite añadir una capa extra de seguridad con recorded proctoring con capturas de pantalla.
  • Ayuda a generar estadísticas sobre el comportamiento de tus alumnos durante las pruebas.
  • Arroja alertas y bloquea actividades sospechosas en tiempo real. 
  • Puedes programar y agendar exámenes que solo se mantienen disponibles por tiempo determinado. 
  • Permite aleatorizar reactivos. 
  • Es completamente escalable dependiendo del número de estudiantes y pruebas que tengas que aplicar. 

En Pearson Higher Education estamos comprometidos con la calidad de la educación superior en todo Latinoamérica. TestBench es solo una de nuestras muchas soluciones digitales para la formación universitaria, ¡conócelas! 

 

REFERENCIAS

Guerrero Argote, C. (2021). Impacto en la privacidad a partir del uso de tecnologías de e-proctoring en la región de Latinoamérica: Estudio del caso en universidades de Argentina, Chile y Perú. Revista Latinoamericana de Economía y Sociedad Digital. https://doi.org/10.53857/OBPB6056

Holden, O. L., Norris, M. E., & Kuhlmeier, V. A. (2021). Academic integrity in online assessment: A research synthesis. Frontiers in Education, 6, 639814. https://doi.org/10.3389/feduc.2021.639814

Meazure Learning. (2024). By the numbers: Academic integrity in higher education. https://www.meazurelearning.com/resources/by-the-numbers-academic-integrity-in-higher-education

Wiley. (2023). Academic integrity survey: Infographic. Wiley. https://www.wileyplus.com/wp-content/uploads/2023/05/academic-integrity-infographic-Wiley.pdf

Zavaleta, C. E. F. (2024). Revisión sistemática de la literatura sobre las tecnologías de e-proctoring para la supervisión de exámenes en educación superior: Entre la innovación y el daño. Perfiles Educativos. Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación (IISUE-UNAM). https://perfileseducativos.unam.mx/iisue_pe/index.php/perfiles/article/view/61323

evaluaciones en linea con inteligencia artificial

 

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