La educación nunca había experimentado una transformación tan profunda como la que está ocurriendo en la era digital. En menos de un siglo pasamos de la enseñanza tradicional a vislumbrar como posibilidad la hoy llamada Educación 5.0, algo que tan solo unas décadas atrás hubiera parecido algo completamente disruptivo, casi salido de una utopía de ciencia ficción.
La noción de que “la educación, mientras más personalizada, mejor”, ya existía desde hace muchos años, pero estas herramientas han hecho que hoy sea realmente viable un enfoque que adapta la enseñanza a las necesidades del individuo, de su contexto y de los desafíos que enfrentará a lo largo de su vida.
La educación 5.0 se está convirtiendo en una tendencia importante que bien podría volverse el nuevo paradigma en todos los niveles académicos. Es fundamental que todos los actores involucrados entiendan cuáles son los aspectos y objetivos que le dan forma a esta nueva forma de educar, por eso hoy revisaremos de qué se trata y algunos ejemplos prácticos.
La Educación 5.0 es resultado de avances tecnológicos muy recientes, como la inteligencia artificial, el internet de las cosas y el big data.
Para comprenderla, debemos tomar en cuenta tanto su contexto actual como el ideal que persigue: una visión de futuro en la que la tecnología se integra de manera armoniosa con la sociedad, con la finalidad de mejorar la calidad de vida de las personas, no de acumular riqueza o beneficios especiales para unos cuantos, y menos si es a costa de los recursos naturales, el equilibrio medioambiental o la dignidad de otros seres humanos.
En esta sociedad, también denominada “sociedad 5.0”, la educación juega un papel fundamental en el desarrollo de habilidades y competencias que permitan a las personas prosperar en un entorno cada vez más digital y globalizado, pero al mismo tiempo con valores humanistas que fomenten el bienestar, la igualdad y la plenitud con genuino sentido de vida.
La sociedad 5.0, para convertirse en una realidad, necesita de una educación centrada en el desarrollo de habilidades como el pensamiento crítico, la creatividad, la colaboración y la capacidad de adaptación a lo largo de toda la vida; es decir, trasciende la idea de que la etapa educativa finaliza con la formación profesional y sostiene que una persona puede y debe seguir aprendiendo durante todo su ciclo vital, a esto también se le llama lifelong learning.
Finalmente, el ideal de sociedad 5.0 también persigue que todas las personas tengan mentalidad de ciudadanía global y sean capaces de enfrentar exitosamente desafíos sociales, económicos y medioambientales tan complejos como el sistema social que han construido.
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La educación 4.0, que es la que seguimos experimentando plenamente hoy en día, tiene como característica principal la integración de la tecnología en el salón de clases y el uso de herramientas digitales, como las aulas virtuales.
La educación 5.0 va más allá y busca aprovechar todas las posibilidades de la era digital para transformar la experiencia educativa, pero con un enfoque humanista.
Es decir, ya no solo se trata de volver la educación más eficiente con tecnología, si no de cuestionarnos profundamente cuáles deberían ser los objetos de la educación, y, por tanto, de atrevernos a repensar qué tipo de ciudadanos queremos formar para el futuro.
La educación 5.0 prioriza la interacción y la conexión humana en el proceso de enseñanza-aprendizaje por encima de la tecnología y la automatización como metas en sí mismas. Aunque estas juegan un papel clave, su objetivo principal es mejorar y enriquecer la experiencia educativa, en lugar de reemplazar a los docentes o deshumanizar el aula.
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La relación actual entre la tecnología y la educación plantea algunos retos que, bajo un enfoque humanista y adaptativo, pueden convertirse en oportunidades que den paso a la construcción de la sociedad que deseamos para el futuro.
Esto parece muy contradictorio, porque precisamente una de las grandes preocupaciones de los educadores es que las inteligencias artificiales y las plataformas en línea automatizarán tanto el proceso de la enseñanza que la interacción humana terminará por considerarse innecesaria.
Sin embargo, la tecnología también puede utilizarse para facilitar el acercamiento, la conexión y la construcción de vínculos significativos entre docentes y estudiantes. Para fomentar una retroalimentación más cercana y para permitir que individuos de distintas partes del mundo compartan sus experiencias y conocimientos.
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Muchos creen que el término “holístico” tiene que ver con metafísica o medicina alternativa, pero en realidad el término proviene del griego holos que significa que algo es “relativo al todo, no solo a una parte”.
Es decir, la educación holística en la filosofía 5.0 busca abarcar todas las áreas del ser, no solo la cognitiva o la relacionada con competencias prácticas para la empleabilidad inmediata. Por ejemplo, su esfera social, emocional e incluso espiritual, que hoy en día se relaciona más con la noción de sentido de vida y plenitud. El objetivo es promover el crecimiento personal y comunitario de manera integral.
De acuerdo con numerosos expertos, la humanidad en realidad ya cuenta con los conocimientos y tecnología necesarios como para que puedan erradicarse la pobreza, la desigualdad social, los prejuicios, la desnutrición, la injusticia, el deterioro medioambiental, la mayoría de las enfermedades y la violencia en el mundo.
Si no estamos usando las herramientas disponibles para perseguir esos fines, eso no es debido a que sean objetivos imposibles, sino a que aún no tenemos un sentido de la responsabilidad social y medioambiental lo bastante fuerte. Por ello, la educación 5.0 busca que los alumnos se involucren y tomen postura frente a los problemas que enfrenta su comunidad inmediata, pero también la sociedad global de la que son parte.
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Vivir en un mundo globalizado y tener acceso a internet no es sinónimo de que somos ciudadanos globales y de que comprendemos la profundidad y complejidad de los problemas sociales y medioambientales que nos impactan a todos. De hecho, la tecnología puede ser un arma de doble filo si permitimos que nos envuelva en una “burbuja” de desinformación y egoísmo.
De acuerdo con el enfoque 5.0, es fundamental cuidar que las herramientas digitales se utilicen para generar conciencia global entre los estudiantes, por ejemplo, trabajando en equipo en proyectos multidisciplinarios, interactuando con diferentes culturas y contextos y desarrollando una mentalidad inclusiva, así como habilidades de colaboración que puedan trascender barreras geográficas.
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Para muchas instituciones educativas, especialmente de países en desarrollo, entrar de lleno a la educación 4.0 y adaptarse a la transformación digital aún representa un gran reto, y la educación 5.0 todavía no está ni siquiera en el panorama inmediato.
Esto no significa que no existan estrategias que podamos comenzar a poner en práctica para ofrecerle a nuestros estudiantes una educación más adaptada a sus necesidades y al mundo real al que van a enfrentarse. Con un compromiso genuino, podemos sentar las bases de una transición exitosa y cambiar el rumbo de la educación y la transformación social en América Latina.
¿Tus planes académicos realmente están alineados con las demandas de la sociedad actual? Quizá lo estaban hace unos años, pero las cosas han cambiado demasiado rápido. Se deben actualizar constantemente los contenidos curriculares para incluir temas relevantes y asegurarnos de que los alumnos adquieren habilidades prácticas, no solo teóricas.
Uno de los objetivos más radicales en la educación 5.0 es convertir al aprendizaje en una fuerza autónoma que acompañe a los individuos a lo largo de todo su ciclo vital, el también llamado “aprender a aprender”.
Los mecanismos de enseñanza y evaluación de la enseñanza tradicional dejaban fuera infinidad de aspectos críticos de la vida real y realmente no predecían el desarrollo de los alumnos de manera confiable, al grado que miles de personas con bajo rendimiento escolar llegaron a ser sumamente exitosas y a tener un gran impacto positivo en su comunidad, y viceversa.
Fomentar la realización de proyectos multidisciplinarios que aborden problemas reales y relevantes en la comunidad y en el mundo, es la mejor manera de asegurar que todo lo que aprenden los alumnos es relevante tanto para ellos como para su contexto, y de que no estamos llenándolos de información o datos que sencillamente van a olvidar al graduarse y que, además, en realidad no necesitaban memorizar, sino comprender.
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Además del conocimiento académico, la educación 5.0 prioriza el desarrollo de habilidades blandas o soft skills, tales como el pensamiento crítico, la resolución de problemas, la comunicación efectiva, la creatividad y la capacidad de adaptación. Esto es fundamental en un mundo en el que la tecnología puede abrir espacios para perseguir metas aún más ambiciosas, o puede alienarnos y volvernos dependientes.
Más allá de esto, no debemos olvidar que incluso por encima de educar profesionistas capacitados y con buenas habilidades interpersonales, es necesario formar buenos seres humanos, con ética y con la capacidad de tomar decisiones que sean correctas para todos, no solo para unos pocos.
En Pearson Higher Education tenemos un compromiso total con ayudar a tu institución a aprovechar plenamente las oportunidades que ofrece la era digital, pero sin descuidar el factor humano de la educación.
Todas nuestras soluciones educativas están pensadas no solo para fortalecer habilidades relacionadas con la empleabilidad, también para generar conciencia social y medioambiental, así como una ciudadanía global que permita a las nuevas generaciones abrir más y mejores oportunidades para toda América Latina. ¡Conoce las opciones que tenemos para ti!