Índice de Contenido
El aprendizaje flexible es una filosofía centrada en el talento del alumno, las necesidades de su entorno y la naturaleza evolutiva del conocimiento. Esto permite crear planes curriculares mucho más “abiertos”, es decir, que no se anclan en contenidos y criterios de evaluación estáticos.
El objetivo más importante de la flexibilidad curricular es aprovechar al máximo los recursos disponibles para crear competencias globales que le permitan a los estudiantes enfrentarse adecuadamente a los retos del mundo actual.
Esta filosofía de aprendizaje es especialmente relevante para las universidades y las instituciones de educación superior en América Latina. Esto debido al papel fundamental que tienen no solo en la empleabilidad de las nuevas generaciones, sino en el desarrollo de personas con pensamiento crítico, la investigación para la innovación y en general la construcción de una sociedad más equitativa.
Hoy veremos a detalle cuáles son sus características, sus ventajas y cómo podemos comenzar a implementarlo en nuestras instituciones de educación superior.
Para entender qué es el aprendizaje flexible, primero es de ayuda comprender a qué se refiere en término de currículo educativo. Este es sencillamente el plan de estudios que los estudiantes de una institución deben cursar y que normalmente incluye:
Tradicionalmente, los currículos educativos apuntaban a objetivos de aprendizaje (y maneras de alcanzarlos) bastante rígidos, sin embargo, gracias a la tecnología y a las innovaciones pedagógicas sabemos que estos programas de estudio no solo distan mucho de ser los más eficientes a nivel cognitivo, también se están quedando cortos en cuanto las habilidades y competencias que necesitarán los alumnos al egresar al mercado laboral actual.
Por su parte, el currículum flexible persigue como objetivo principal la formación de profesionales con las herramientas necesarias para adaptarse a contextos muy variados y cambiantes, con un cuerpo de conocimientos generales sólido, pero que al mismo tiempo puede aprehenderse de una manera más orgánica y orientada a resultados.
El currículo flexible está mucho más en sintonía con las realidades sociales, económicas y culturales de los estudiantes y se diferencia de los currículos tradicionales del modo siguiente:
Es importante resaltar que un currículo flexible, en lo general, respeta los objetivos de aprendizaje y los conceptos clave de cada área de conocimiento, pero ante todo busca una integración armónica que permita ponerlo al servicio de problemáticas reales y no meramente hipotéticas y/o teóricas.
Te puede interesar: 👉 Innovación en la educación superior: 4 formas de implementarlaDe acuerdo con la UNESCO las exigencias del mundo del trabajo, la consolidación de la sociedad del conocimiento y el impacto de las nuevas tecnologías de información son los ejes temáticos más importantes con base en los cuales deben moldearse las nuevas agendas para el futuro de la educación superior y, por tanto, la organización curricular.
El aprendizaje flexible es una manera muy eficiente de abordar las necesidades y los retos que surgen a partir de estos ejes, no solo promoviendo la empleabilidad inmediata, también la capacidad de adaptación a lo largo de toda la vida y el aprovechamiento de todas las tecnologías y herramientas disponibles.
Ya vimos cuáles son las diferencias clave entre los planes de estudio tradicionales y el aprendizaje flexible, ahora veamos algunas de las ventajas más importantes de este último:
La flexibilidad educativa permite que los alumnos tengan un papel realmente protagónico en su formación. Dado que pueden elegir el tipo de conceptos, proyectos y problemáticas que desean explorar, les es mucho más sencillo alinearlos en sintonía con sus talentos, intereses, estilos de aprendizaje y sobre todo con las áreas en las que quieren especializarse.
Te puede interesar: 👉 ¿Cómo preparar tu institución para el aprendizaje adaptativo?El aprendizaje del currículo flexible es altamente significativo ya que en lugar de perseguir la acumulación de conocimientos y habilidades puntuales, busca dotar a los estudiantes con una “navaja suiza” de herramientas actitudinales que les permitan enfrentarse a una gran diversidad de problemas actuales.
Si bien las asignaturas continúan siendo una manera de clasificar las distintas áreas de conocimiento y sus metodologías particulares, se pone mucho empeño en que lo que se aprendió en cada materia se pueda integrar con otros aprendizajes significativos para encontrar soluciones en proyectos de alta relevancia personal o social.
Aprender a aprender es quizá la competencia general más importante en el contexto del aprendizaje flexible. Los estudiantes saben que los docentes fungen como guías y facilitadores que les ayudan a enmarcar sus objetivos y enriquecer sus ideas, pero están conscientes de que la responsabilidad última de lo que aprenden es solo suya.
Esto ayuda a construir dos de las habilidades blandas más importantes para el nuevo mercado laboral, la autogestión y el pensamiento crítico.
Además de echar mano de todas aquellas herramientas tecnológicas, metodológicas, cognitivas y procedimentales que sea posible para alcanzar diferentes objetivos, el currículum flexible también promueve que los estudiantes vayan más allá del conocimiento disponible y enriquezcan su campo de estudios con sus propias ideas y descubrimientos.
El aprendizaje socializado y cooperativo es fundamental en esta filosofía, ya que el trabajo en equipo suele ser un factor determinante en el alcance de muchas metas de la vida real. Además, colaborar con otros estudiantes fortalece algunas competencias socioemocionales básicas para la vida, como la comunicación y el liderazgo.
Finalmente, una de las ventajas más reconocidas del currículum flexible es que permite que los estudiantes egresen con un perfil mucho más experimentado en su área de especialización, sin necesidad de tener que ganar experiencia extra en una empresa o de realizar un posgrado. Esto debido a que ya trabajaron activamente sobre proyectos muy similares a aquellos en los que han elegido desempeñarse durante la primera etapa de sus carreras profesionales.
Por muy flexibles que quieran ser, muchas veces las universidades están algo limitadas por planes de estudio que deben tener validez oficial.
Sin embargo, los siguientes son algunos de los primeros pasos que puedes comenzar a poner en marcha en tu institución para implementar planes de estudio más flexibles y que le permitan a tus estudiantes posicionar mejor sus talentos particulares en el mundo real:
Te puede interesar: 👉 Cambios y tendencias actuales del proceso de enseñanza-aprendizaje
En Pearson Higher Education estamos 100% comprometidos con la educación para que las nuevas generaciones puedan desarrollar mejores soluciones para los problemas sociales, económicos y medioambientales del mundo. Por eso, ponemos a tu alcance las mejores herramientas digitales para que adquieran las competencias clave que van a necesitar.
Díaz, V. (2007). Lectura crítica de la flexibilidad: la educación superior frente al reto de la Flexibilidad. Cooperativa Editorial Magisterio.
Díaz, V. (2002). Flexibilidad y educación superior. ICFES.
Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura. (2014). Enseñanza y aprendizaje: Lograr la calidad para todos. Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura. UNESCO. http://www.efareport.unesco.orgefareport.wordpress.com