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Amo estudiar, debo confesarlo. Me siento genial frente a tantos saberes que ha generado la humanidad porque puedo conocerlos a través de los libros.
Si bien con las redes sociales también aprendo, los libros son una gran posibilidad para acercarme al conocimiento porque su estructura académica, lenguaje y perspectivas están ancladas a la autenticidad de la labor investigativa de sus autores.
Soy de esas personas que aman oler un libro físico, disfrutan mirar los estantes de una librería ¡pero más los acervos de una biblioteca universitaria!
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Meses atrás, cuando me encontraba estudiando un posgrado, descubrí que el tiempo nunca me rendía.
Los tiempos académicos de la institución y las metas de estudio, para mí y mis compañeros, resultaban un conflicto, aunque tratáramos de repartir los materiales para luego comentar y aprender juntos.
Para uno de los proyectos finales, ¡ya sentíamos que no íbamos a dormir 1 mes! Tal como había sido en todo el 1er ciclo escolar.
Entonces, buscando soluciones, descubrimos que un lector de pantalla podría ayudarnos, pero necesitábamos tener los textos digitales.
Así que buscamos en la red los textos que estábamos estudiando y descubrimos que formaban parte del acervo de la Biblioteca Virtual de Pearson, por ser textos universitarios de autores con reconocimiento académico a nivel internacional.
Esta Biblioteca no solo tenía los textos en digital, sino ¡también contaba con lector de pantalla! y con notas colaborativas de trabajo. ¡Fue una maravilla! ¡En la primera semana que pensábamos que no íbamos a dormir, logramos avanzar considerablemente en el proyecto.
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En un solo día, mis compañeros y yo logramos revisar hasta dos capítulos de un texto universitario.
La velocidad de la lectura la pudimos modular y hasta elegir el género de voz que más agradable nos resultaba escuchar y al hacer pausas descubríamos que ya habíamos leído hasta 10 páginas.
Pude acceder a los materiales desde el dispositivo móvil en modo off line reduciendo considerablemente los tiempos y abriendo los espacios de trabajo, ya que al descargar la app de la Biblioteca, los textos están disponibles sin necesidad de usar datos móviles.
Sin tratar de saturar mi mente con varias actividades a la vez, simplemente podía avanzar en la lectura mientras descansaba la postura corporal, hacía ejercicio, cocinaba o usaba el tiempo de espera para otra actividad.
Esto nos permitió ir construyendo el proyecto del equipo porque a través del subrayado, incluimos notas que contenían los enlaces a los materiales que producimos entre todos almacenados en documentos en la nube.
Ahora es mi herramienta favorita para culminar proyectos de aprendizaje, así que si estás pensando en acudir a la Universidad para aprender algo nuevo, asegúrate de tener a la mano la Biblioteca virtual de Pearson.