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Uno de los aspectos característicos de tu universidad, sin duda, es el programa académico. En buena medida, esto es lo que priorizan los estudiantes al momento de elegir una institución de formación superior, ya que de los aspectos académicos dependen cuestiones tan relevantes como la empleabilidad y la actualización laboral al momento de egresar.
Sabemos que actualizar los programas académicos de las diferentes carreras que se imparten en una universidad, al ritmo necesario para que se mantengan competitivos y relevantes, no es nada sencillo. Afortunadamente, es algo que puede lograrse con gran agilidad gracias a la incorporación de microcertificaciones al plan de estudios.
Las microcertificaciones están transformando la educación superior al ofrecer credenciales especializadas en habilidades específicas. Hoy veremos cómo pueden ayudarte a ofrecer más valor curricular a tus estudiantes y cómo pueden complementarse con certificaciones digitales innovadoras que incrementen sus oportunidades en el mercado laboral.
Las expectativas y necesidades de las nuevas generaciones de universitarios han evolucionado significativamente. Hoy en día, buscan más que una educación tradicional; desean programas que les preparen de manera integral y les ofrezcan ventajas reales en un mundo laboral en constante cambio. Algunas de las características clave que los estudiantes buscan en un programa académico son:
En la era de la información, la mayoría de los estudiantes han tenido la oportunidad de explorar diversos intereses antes de ingresar a la educación formal, y valoran especialmente la flexibilidad en los programas académicos que permitan personalizar su currículo para adaptarse a sus intereses y objetivos de carrera específicos. Además, opciones como cursos en línea, programas híbridos y oportunidades de estudio independiente se adaptan mejor a las actividades y circunstancias particulares de cada alumno.
Los nuevos paradigmas de la educación han evolucionado hacia un enfoque mucho más práctico, en comparación con los planes de estudio tradicionales, que se caracterizaban por ser mucho más teóricos. Las nuevas generaciones buscan activamente programas que incluyan componentes experienciales para poner en práctica sus conocimientos, de preferencia en contextos relevantes y que correspondan a problemas y retos del mundo real.
El plan o programa académico que integran pasantías, proyectos con empresas líderes en su sector y experiencias de aprendizaje basado en problemas, proporcionan experiencia laboral real y habilidades aplicadas muy valoradas.
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La integración de la tecnología en el aprendizaje es crucial. Los estudiantes esperan acceso a herramientas y plataformas digitales que enriquezcan su experiencia educativa con alfabetización digital avanzada y les preparen para entornos laborales tecnológicamente sofisticados.
En un mundo que se enfrenta a profundas preocupaciones medioambientales, enormes inequidades, injusticias sociales e incluso riesgos políticos globales, la filosofía y los valores de la institución en la que se van a formar, se convierten en un tema importante para los futuros estudiantes. Cada vez más, los jóvenes priorizan ingresar a una universidad con proyectos destinados a mejorar las condiciones de la comunidad y herramientas para mejorar las habilidades de sus egresados enfocadas a la responsabilidad social.
Finalmente, las nuevas generaciones buscan programas que les preparen para un mercado laboral global. Esto incluye el desarrollo de habilidades interculturales, idiomas, oportunidades de estudiar en el extranjero y cursos que fomenten una perspectiva global.
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Son credenciales que validan competencias específicas adquiridas en un área particular, y son ideales para mejorar la empleabilidad con habilidades de alta demanda en el mercado laboral, y que se pueden adquirir de forma modular y ágil. Es decir, se pueden poner en práctica rápidamente. Al mismo tiempo, proporcionan a los educadores una herramienta para mantener su currículo actualizado y alineado con las necesidades del mercado.
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Las universidades pueden incorporar microcertificaciones dentro de su programa académico existente, ofreciendo módulos especializados que permitan a los estudiantes acumular varias certificaciones relevantes para la industria, asegurando que los contenidos sean pertinentes y valiosos profesionalmente. Utilizar plataformas digitales para administrar y emitir microcertificaciones facilita el acceso y la distribución de estas credenciales, tanto para estudiantes como para empleadores interesados.
En resumen, integrar microcertificaciones en programas académicos no solo enriquece la oferta educativa de una institución, sino que también prepara a los estudiantes para los desafíos del mercado laboral actual, haciendo sus perfiles más atractivos para los futuros empleadores.
Existen muchas áreas del conocimiento susceptibles de convertirse en microcertificaciones. Sin embargo, a rasgos generales podemos identificar tres que actualmente son fundamentales para la empleabilidad y el desarrollo personal:
Las habilidades blandas como comunicación, autogestión, trabajo en equipo, responsabilidad social, pensamiento crítico y liderazgo son cruciales en un panorama laboral caracterizado por la aceleración digital, la multidisciplinariedad y la necesidad creciente de innovación. De hecho, los reclutadores consideran cada vez más deseables estos rasgos en los candidatos, incluso por encima de títulos universitarios de instituciones de renombre.
Ofrecer microcertificaciones de habilidades blandas aplicadas, como manejo de conflictos o negociación asertiva, puede mejorar significativamente la empleabilidad de los estudiantes en industrias de alta exigencia, como los negocios o gestión de proyectos.
Las microcertificaciones relacionadas con aplicaciones digitales avanzadas no solamente aplican para carreras relacionadas con la tecnología, ya que cada vez más disciplinas y salidas laborales exigen conocimientos de este tipo.
Un programa académico que certifica habilidades como manejo de datos, seguridad en línea e integración de software puede ser un excelente complemento para egresados en áreas como la salud, la educación o las humanidades.
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En la era digital, áreas como el marketing, la gestión de redes sociales, la creación de contenido o el análisis cualitativo de datos ofrecen grandes oportunidades para integrarse al mercado laboral rápidamente. Brindar microcertificaciones en tecnologías emergentes, como inteligencia artificial, machine learning, y desarrollo de aplicaciones, puede darle más opciones a los estudiantes para generar ingresos mientras siguen preparándose para el trabajo de sus sueños.
Las insignias o badges digitales son credenciales electrónicas que certifican habilidades, logros o competencias adquiridas por una persona. Estos badges visibilizan las habilidades específicas en plataformas digitales como LinkedIn. Algunas de sus ventajas son:
En un mercado laboral global cada vez más competitivo, darle a tus alumnos la oportunidad de destacar con habilidades verificables es el mejor añadido de valor. ¿Ya conoces MyCredSkills by Pearson? Se trata de una solución innovadora a través de microcertificaciones adaptadas a las necesidades de cada institución educativa.
MyCredSkills te permite ofrecer microcertificaciones en habilidades blandas y marketing de alta demanda, y lo mejor es que también puedes personalizar tus propios programas de microcertificación para adaptarlos a las demandas específicas de tus planes de estudio y su entorno académico y profesional. Los cursos se autogestionan en un entorno 100% virtual y al finalizar, tus estudiantes obtienen insignias o badges digitales avalados por Credly badges y que pueden integrar inmediatamente a su CV o su perfil de LinkedIn.
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