El elemento más importante del aprendizaje en línea es la biblioteca virtual: actualmente, las instituciones de educación superior utilizan este recurso como parte fundamental para mejorar la calidad del aprendizaje. Sin embargo, muchos estudiantes no siempre tienen el conocimiento o la motivación adecuada para aprovechar sus beneficios.
Te invitamos a conocer 5 estrategias efectivas para motivar a los alumnos de educación superior en el uso inteligente de la Biblioteca Virtual. ¿Quieres conocerlas? ¡Sigue leyendo!
En los últimos años, y sobre todo después de la pandemia, la educación en línea se posicionó como el entorno de aprendizaje más utilizado por las universidades, y la biblioteca virtual se convirtió en el recurso más importante para brindar soporte académico a las instituciones.
Una biblioteca virtual es una plataforma diseñada para brindar contenido bibliográfico, hemerográfico y documental, ya sea en formato de libros electrónicos o multimedia. A diferencia de las bibliotecas físicas, las versiones virtuales cumplen con funciones más complejas, ya que su interacción con la tecnología demanda una mayor integración con la educación a distancia.
Además de responder a la demanda de contenidos para los estudiantes y la población en general, las bibliotecas virtuales también funcionan como un punto de comunicación global entre la comunidad universitaria. La aceleración de las comunicaciones hoy en día exige a las bibliotecas virtuales un alto nivel de respuesta inmediata en la búsqueda, análisis y recopilación de archivos digitales.
Entre las ventajas más importantes de la biblioteca virtual, podemos señalar las siguientes:
Sin embargo, a pesar de la eficiencia y gran utilidad de las bibliotecas virtuales, es importante considerar que, en muchas ocasiones, los estudiantes no logran visualizar los beneficios que ofrecen, o simplemente no tienen la motivación necesaria para acceder a ellas y aprovechar al máximo sus beneficios.
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No podemos pensar que las bibliotecas virtuales van a motivar a los alumnos a usarlas de manera espontánea. Para que ofrezcan mejores resultados, una de las condiciones necesarias consiste en crear estrategias para que los alumnos y la comunidad educativa generen el interés de acceder a su contenido.
Al igual que una biblioteca física, una biblioteca virtual debe ser evaluada a través de diversos indicadores de desempeño, con el fin de que podamos conocer si la calidad o la efectividad del servicio es el esperado. Entre los indicadores más importantes podemos destacar los siguientes:
Esta información nos permitirá generar registros puntuales para conocer con mayor precisión el comportamiento de los usuarios en nuestra biblioteca digital, mejorando la minería de datos para analizar posibles alternativas que nos ayuden a motivar a los alumnos a usar con mayor frecuencia este recurso.
El crecimiento acelerado de las bibliotecas virtuales en la educación superior ha generado diversos cambios en los hábitos de lectura y búsqueda de información por parte de los estudiantes universitarios.
Asimismo, la enseñanza en línea ha transformado de manera radical los entornos de aprendizaje al poder recurrir directamente a los contenidos a través de las bibliotecas virtuales.
Sin embargo, estos cambios requieren de un periodo de adaptación por parte de los estudiantes: por lo general, en la nueva era de la tecnología educativa, cuando un alumno necesita información, sigue recurriendo a los buscadores de Internet en lugar de aprovechar las enormes ventajas de la biblioteca escolar.
Esta práctica no es muy poco eficiente, además de ser incluso dañina para la educación superior porque, a diferencia de los controles de calidad de las bibliotecas, es difícil verificar la veracidad de la mayoría de los contenidos de internet.
Para romper con los malos hábitos de los estudiantes universitarios al buscar información, y ayudarles a aprovechar todos los beneficios de la biblioteca virtual, necesitamos contar con algunas estrategias didácticas que los motiven a hacer de este recurso su mejor apoyo educativo.
Si ya cuentas con la Biblioteca Virtual de Pearson en tu institución de educación superior, sabrás que es una de las plataformas de contenido bibliográfico y multimedia más grandes en el mercado y que está organizada de tal manera que los docentes de más de 40 carreras universitarias puedan diseñar su planeación de clases de la manera más sencilla y eficientes.
Vincular tu plan de clases con los contenidos de la biblioteca evitará que los alumnos busquen los contenidos por internet, ya que no tendría sentido perder el tiempo navegando entre millones de páginas cuando tienen la información a un clic de distancia dentro de una plataforma segura.
Una de las facilidades que proporciona la biblioteca virtual de Pearson es que, como usuario, tienes la opción de editar los libros para personalizar la información, puedes usar un marca textos digital para resaltar citas importantes, dejar notas en sitios específicos, e incluso crear listas de lectura.
Estos recursos de edición son muy eficientes para motivar a los alumnos a buscar los contenidos específicos para su carrera, materia o área de estudio, ya que las “pistas” de edición funcionan como una guía de aprendizaje que les permitirá saber qué están buscando y dónde encontrarlo.
Los libros no son objetos aislados, lo que quiere decir que la mayoría del material bibliográfico universitario es producto de un largo proceso de investigación y recopilación de datos obtenidos de otros libros.
Siguiendo esta misma dinámica, una buena estrategia consiste en generar listas de libros cuyos contenidos interactúen entre sí, para motivar a los alumnos a interactuar con el contenido de diversos autores.
Para hacer más interesante esta estrategia, puedes recurrir a libros que generen polémica; por ejemplo, que no tengan la misma información respecto a un tema de la clase, o que presenten una tesis que contradiga la postura de otros autores, de tal manera que los alumnos se sientan atraídos por saber quién de ellos tiene la razón.
Para muchos docentes, uno de los problemas más comunes consiste en que los alumnos no leen los contenidos para la clase. Evidentemente, esto afecta la continuidad del plan de estudios, además de que los estudiantes comienzan a retrasarse en la materia.
Para evitar esta situación, en las clases virtuales se puede realizar una lectura colectiva, tomando fragmentos relevantes de un libro y compartiéndolo con los alumnos siguiendo dos dinámicas que los motivarán a leer en grupo:
Presentar un cuestionario con preguntas que podrán resolver a través de la lectura: de esta manera, los alumnos van a mejorar su concentración y su comprensión lectora, porque tienen un objetivo definido y saben qué es lo que están buscando.
Detener la lectura para hacer preguntas, comentarios, o resolver dudas: esta es la parte que más puede motivar a los alumnos, ya que la lectura se convierte en un foro de discusión donde pueden compartir sus ideas e impresiones al respecto, mejorando la participación activa, y fomentando el proceso de aprendizaje colectivo.
El “unbookxing” es una adaptación del término en inglés “unboxing”, que se refiere a presentar un producto a través de un video en donde se habla detalladamente acerca de su uso y sus características, evaluando al final su calidad.
El unbookxing es un proceso similar: el libro es presentado como un “producto” en el mercado literario, pero en lugar de hablar directamente del contenido (como lo hacen regularmente los booktubers), sobre los personajes o los temas que aborda, se habla de las ventajas que podremos obtener al leerlo.
Como se puede apreciar, existen muchas maneras de generar motivación a los estudiantes para aprovechar la Biblioteca Virtual, siempre y cuando encontremos las estrategias y dinámicas adecuadas, sobre todo en el entorno del aprendizaje en línea.
Contar con una Biblioteca Virtual Universitaria es una prioridad para todas las Instituciones de Educación Superior, no solo para mejorar el trabajo docente, sino también para facilitar a los alumnos el proceso de enseñanza aprendizaje, y además, para reducir los costos de operación que implica una biblioteca física.
Descubre los beneficios de la Biblioteca Virtual de Pearson: el mayor repositorio de contenido bibliográfico con una alta calidad dinámica y personalizable.
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