Las bibliotecas han desarrollado un papel fundamental para la alfabetización de la sociedad a través de la historia. Hoy sabemos que los tiempos han cambiado, la tecnología ha avanzado y es imprescindible que las instituciones educativas cuenten con plataformas que satisfagan la alta demanda de contenidos de calidad de las nuevas generaciones.
Con el crecimiento de Internet a finales de los 90, las instituciones educativas comenzaron a ver su enorme potencial y pronto se dieron a la tarea de digitalizar sus bibliotecas para convertirlas en puntos de acceso global. Esta iniciativa transformó radicalmente la forma de adquirir conocimiento.
Si bien es cierto que “El conocimiento es poder”, actualmente, el Big Data representa la columna vertebral de las empresas de desarrollo humano y las instituciones educativas. Entonces ¿cómo sacarle el máximo provecho desde nuestra biblioteca virtual?
«Llegó un momento en que me había leído todos los libros de la biblioteca escolar […]. Intenté convencer al bibliotecario de que pidiera más libros para mí. Entonces me puse a leer la Enciclopedia Británica»
—Elon Musk
La pandemia mundial dio un giro dramático a la educación en línea. Aceleró un proceso que ya era inevitable: contar con bibliotecas virtuales que permitieran a estudiantes y maestros acceder de forma inmediata y a distancia a contenidos de calidad.
Esto obligó a las escuelas a abandonar el concepto de las bibliotecas tradicionales (vistas como simples espacios para consultar libros), y transformarlos en puntos dinámicos y de crecimiento académico, económico y cultural.
El papel de las bibliotecas virtuales en la sociedad es tan esencial hoy en día que vale la pena comprender cómo funcionan realmente, cuáles son las alternativas más viables, y, sobre todo, las enormes ventajas que aportarán a tu institución.
A simple vista operan igual, aunque hay algunas diferencias notables. Veamos:
Biblioteca Digital | Biblioteca Virtual |
La British Library la define como: una serie de “Colecciones y contenidos digitales organizados y puestos a disposición del público”. Como vemos, la biblioteca digital tiene las mismas funciones que una biblioteca tradicional, pero desde un respaldo no-físico que nos permite catalogar y conservar en espacios mucho más reducidos una enorme cantidad de contenido. | Emula el ambiente de una biblioteca tradicional y orienta al usuario para localizar contenidos en formatos que van desde un PDF o libro electrónico, hasta archivos multimedia (podcast y audiolibros). Detrás de lo que parece un sencillo sistema de búsqueda, se encuentra una inmensa base de datos enlazada a otros sistemas que garantizan al usuario un universo de información que de otra forma sería imposible conseguir. |
Entonces, ¿qué diferencia existe entre una biblioteca digital y una virtual? La biblioteca virtual carece de espacio físico: no actúa como un respaldo digital de la biblioteca tradicional, sino que la sustituye para convertirse en un ambiente puramente virtual, soportado a través de un servidor y un entorno web.
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Una biblioteca virtual no es una simple “digitalización” de contenidos, es una nueva forma de acceder al conocimiento mediante «la posibilidad de realizar comunicaciones y diálogos remotos entre individuos y grupos» para transmitir flujos de información en todas las disciplinas.
Pero la biblioteca virtual no se limita a los círculos académicos: en los últimos años ha expandido su influencia al sector empresarial, gracias a su habilidad para interconectar comunidades de emprendedores que cada día demandan más y mejores recursos para su formación.
Proyectos tan ambiciosos como Leadership Brief: Strengthening libraries as entrepreneurial hubs, surgieron de la necesidad de convertir al personal del servicio bibliotecario en “consejeros” capaces de interconectar a estos grupos de emprendedores con ideas y lecturas afines, ampliando así sus posibilidades de crecimiento.
La biblioteca virtual rompe las barreras del espacio físico y el uso de recursos limitados. Si aún tienes dudas de sus beneficios, considera todas estas ventajas que no te ofrece una biblioteca tradicional.
Es muy fácil perderse en el mar de la información digital. La búsqueda frenética de datos y el mal hábito de “googlearlo” todo nos ha llevado a padecer un tipo de ansiedad o angustia generada por una sobre exposición a la inmensa cantidad de información desechable. Imágenes de bajísima calidad y desordenadas brotan cada segundo, un fenómeno que se conoce como infoxicación.
Ante este grave problema, las bibliotecas virtuales actúan como un faro que nos guía de forma segura y confiable hacia contenidos específicos de calidad. Dado que su interés no es comercial, su entorno está diseñado para evitar la mayor cantidad de distractores.
Para obtener todas las ventajas de una biblioteca virtual debemos conocer a profundidad las necesidades de nuestra institución, sobre todo en el área de recursos académicos, para diseñar un plan de conversión digital que nos permita migrar del libro físico a un verdadero entorno virtual.
¿Te ha pasado que navegas por Internet durante horas sin encontrar lo que realmente estás buscando? Es tan fácil perdernos en el mar de la información, que desde hace años las bibliotecas virtuales son evaluadas por su calidad en la información. Conoce cuáles son las mejores opciones:
Su misión es compartir de manera gratuita y en varios idiomas textos fundamentales de las culturas de todo el planeta, con el fin de «promover el entendimiento internacional e intercultural», facilitando recursos de alta calidad a la comunidad académica y usuarios en general.
Creada en 1999, es una de las bibliotecas pioneras en habla hispana. Su catálogo supera los 200 registros bibliográficos que van desde artículos de investigación, material histórico y hemerográfico en formatos audiovisuales, sonoros, e incluso vídeos en lengua de señas.
Esta biblioteca es una ventana al infinito universo del arte, la ciencia y la cultura, aunque también ofrece espacio para tecnología, deporte y entretenimiento. Cuenta con más de 2 millones de archivos digitales traducidos a más de 20 idiomas, y sin duda es uno de los espacios virtuales más recomendados.
Se hace llamar a sí misma “la biblioteca virtual más grande del mundo”, y cuenta con más de 130 mil títulos. ¿Cómo destaca de las demás? al contar con una sección llamada ciberoteca escolar, destinada exclusivamente a textos académicos.
Es cierto, Google Libros no cumple los criterios de una biblioteca virtual (ya que en sí es un motor de búsqueda). Pero sin duda vale la pena agregarlo si tomamos en cuenta que, técnicamente, esta plataforma fue la base para lo que hoy conocemos como el gigante de las búsquedas en Internet.
Google Libros surgió de un «proyecto de tecnologías digitales aplicadas a bibliotecas de la Universidad de Stanford». Sergey Brin y Larry Page trabajaban para este proyecto y crearon un buscador de libros digitales llamado BackRub, en el cual se basaron para desarrollar los algoritmos de PageRank que le dieron forma a Google.
Si quieres conocer y aprovechar todas las ventajas de una biblioteca virtual de calidad, conoce la Biblioteca Virtual de Pearson HED, un gran repositorio de contenidos dinámicos y personalizables, donde podrás aplicar enfoques pedagógicos de vanguardia, como el manejo emocional, autocontrol, enfoque basado en objetivos, y fortalecer el sentido de liderazgo entre otras habilidades que beneficiarán su vida académica y social.
Vance, A., & Martín, L. F. (2017). Elon Musk (Edición mexicana): El empresario que anticipa el futuro (2a ed.). Paidós, México.
Han, B. C. (2016). Por favor, cierra los ojos. Alianza Editorial.
Lebert, Marie (2011). Del libro impreso al libro digital. Proyect Gutemberg.