La mentalidad docente es un tema muy común en el contexto de cambios de paradigmas en la educación como el que estamos viviendo gracias a fenómenos como la globalización y la digitalización de la enseñanza.
Hoy en día, las instituciones de formación superior no solo tienen que preocuparse por estar a la vanguardia de la educación y seguir siendo competitivas, también tienen que ayudar a su personal a realizar un cambio de mentalidad docente que se adapte 100% a las exigencias de un territorio en constante cambio y evolución.
Hoy veremos qué implica este nuevo enfoque y cuáles son las claves para lograrlo exitosamente.
La educación virtual universitaria operó como un catalizador que aceleró drásticamente la transformación educativa, obligando a los docentes e instituciones académicas a adoptar la virtualidad no como una opción, sino como una necesidad.
Son muchos los aspectos técnicos, humanos y metodológicos que es necesario dominar para pasar del aula física a la digital con éxito, pero en la práctica no basta con hacer ajustes, sino que es necesario un cambio profundo y cualitativo en la mentalidad docente, que permita y fomente una mayor flexibilidad, personalización y adaptabilidad en los métodos de enseñanza y aprendizaje.
De acuerdo con muchos expertos, lo que nos depara el futuro en este sentido es que la mentalidad de "aula sin paredes" probablemente perdurará, con un enfoque en la enseñanza híbrida universitaria que combina lo mejor de ambos mundos: presencial y virtual.
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La necesidad de cambiar rápidamente de la enseñanza presencial a la virtual demostró la importancia de ser flexibles y estar dispuestos a aprender y aplicar nuevas metodologías. Los educadores tuvieron que reimaginar sus prácticas pedagógicas, lo que llevó a una mayor apertura hacia la innovación y la experimentación con nuevas herramientas y recursos digitales.
Sin embargo, los docentes aún enfrentan desafíos significativos en este ámbito, ya que muchas de las soluciones aplicadas fueron más de emergencia que estratégicas. Desde la falta de familiaridad con las herramientas digitales hasta la necesidad de repensar estrategias pedagógicas que son anclas del currículum, pero que fueron diseñadas para un entorno físico y presencial.
La gestión del tiempo y la creación de un entorno de aprendizaje efectivo en línea también son obstáculos comunes. Además, mantener la participación y motivación de los estudiantes en un entorno virtual, incluso en un nivel universitario, es una tarea compleja que requiere nuevas habilidades y enfoques.
Con todo esto, podemos asegurar que aunque se han hecho importantes avances en la materia, aún queda bastante camino por recorrer hacia un verdadero cambio de mentalidad docente completamente adaptado a las nuevas realidades de la educación virtual. Algunas de las áreas en las que es prioritario incrementar el conocimiento e interés del personal académico son las siguientes:
La adaptación exitosa a la educación virtual implica una serie de cambios de mentalidad docente que no solo abarcan la adquisición de habilidades técnicas, sino una transformación en la forma de concebir la enseñanza y el aprendizaje:
Adoptar una mentalidad de aprendizaje continuo en lo que respecta a la tecnología ya no es opcional; es una competencia esencial. Esto significa desarrollar una curiosidad genuina por las nuevas herramientas y plataformas, que sustituyen rápidamente a las anteriores con mejores y más funcionalidades, y estar abiertos a explorar y experimentar con tecnologías emergentes.
La educación virtual abre muchas posibilidades para que los educadores creen sus propios materiales de apoyo, pero al mismo tiempo requiere un enfoque creativo para el diseño de recursos, esquemas de clase y, sobre todo, evaluaciones que vayan más allá de los típicos exámenes lineales.
Los docentes deben estar dispuestos a salir de su zona de confort y probar métodos de enseñanza innovadores, como la gamificación o proyectos colaborativos y evaluaciones basadas en competencias, que pueden ser más efectivos y significativos en un entorno virtual.
En un mundo atravesado por el individualismo y el aislamiento social, la mentalidad de comunidad es crucial, especialmente en el contexto de la educación virtual. Los docentes necesitan aprender cómo fomentar un sentido de pertenencia y colaboración entre estudiantes que muchas veces no tienen la oportunidad de interactuar de manera presencial, lo que implica replantear el aula virtual como un espacio comunitario donde todos contribuyen y aprenden juntos, a pesar de la distancia física.
Crear actividades basadas en problemas que requieran la participación activa de los estudiantes y el trabajo en equipo, con el uso de herramientas colaborativas, es esencial no solo para prepararlos para el mercado laboral actual, sino también para cultivar una comprensión profunda de la importancia de la colaboración para la creación de sociedades más justas y equitativas.
La educación virtual abre las puertas a una audiencia global. Los docentes deben adoptar una perspectiva internacional, considerando la diversidad cultural y lingüística de sus estudiantes y, sobre todo, cómo esta puede enriquecer el proceso de aprendizaje.
Por ejemplo, pueden diseñar un currículo multilingüe que incluya estudios de caso y ejemplos de diferentes partes del mundo, incluso colaboración con alumnos de universidades extranjeras.
El campo de la educación está en constante evolución, y la educación virtual no es una excepción. Los docentes deben comprometerse con una actualización permanente, buscando activamente oportunidades de desarrollo profesional que les permitan mantenerse al día con las mejores prácticas y las últimas investigaciones.
Proporcionar retroalimentación personalizada y constructiva puede motivar a los estudiantes a participar más, ya que sienten que su trabajo es valorado y reconocido individualmente. Esto es especialmente relevante cuando el facilitador y el alumno no tienen una interacción frente a frente en el aula presencial. También puede ser útil ofrecer diferentes opciones para las evaluaciones, permitiendo que los estudiantes elijan proyectos dentro de la materia, pero que se alineen mejor con sus intereses y fortalezas.
Como puedes ver, los cambios de mentalidad necesarios para una transición exitosa a la educación virtual son significativos, pero también ofrecen grandes oportunidades para el crecimiento y la satisfacción profesional. Al adoptar estos nuevos enfoques, los docentes se preparan para los desafíos de la educación virtual y se posicionan para liderar en un entorno educativo que continúa transformándose.
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Punam, S (217) Innovative Methods of Teaching potential to improve teacher learning process. Central University of Himachal Pradesh. Extraído de: https://www.researchgate.net/publication/324783555_Innovative_Methods_of_Teaching_potential_to_improve_teacher_learning_process