¿Qué son y cómo funcionan las pruebas PISA?
- Fecha de publicación: 4 de agosto de 2022

Las pruebas PISA son parte de un programa de evaluación de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) cuyo objetivo es sondear qué tantas competencias educativas han desarrollado los jóvenes alrededor del mundo cuando culminan la enseñanza obligatoria. Conoce en profundidad qué es lo que evalúan.
La OCDE es una asociación internacional de más de treinta países cuyo objetivo es fomentar políticas que impulsen el desarrollo económico sano de las regiones (especialmente de los países en desarrollo) y permitan mejorar el nivel de vida de las personas.
Uno de los pilares fundamentales de la OCDE para lograr sus objetivos es la educación, específicamente el fortalecimiento de competencias claves para la empleabilidad y la participación ciudadana de las nuevas generaciones. “PISA” corresponde a las siglas en inglés del “Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos”.
¿Cómo funcionan las pruebas PISA?
Desde 1998, las pruebas PISA se aplican trienalmente a una muestra seleccionada de entre 4,500 y 10,000 alumnos por país que están por finalizar la educación secundaria y que tienen alrededor de 15 años. Tienen una duración de dos horas y no requieren más que los cuadernillos del examen, lápiz y papel.
La característica más importante de los exámenes PISA es que no están diseñados para evaluar el éxito o el desempeño de programas académicos particulares, modelos de enseñanza ni instituciones educativas, sino que se enfocan en medir el nivel de competencias generales o aptitudes que han adquirido los estudiantes para navegar con lógica, cultura general y sentido crítico en situaciones reales y relevantes.
Recordemos que una competencia no es un conocimiento estático ni una capacidad aislada, sino un conjunto de habilidades, actitudes y valores que son como una “navaja suiza” que puede utilizarse en distintos contextos. Estas redes más amplias de comprensión son justamente las que nos permiten aplicar correctamente nuestros saberes y destrezas en la vida adulta.
Para entender la diferencia entre una y otra, es útil esta comparativa: mientras que la capacidad de leer en voz alta (transformar letras en sonidos) es una habilidad específica, la comprensión lectora es una competencia general.
Por ejemplo, la capacidad de nombrar con exactitud las partes de las células y su función no es algo importante en las pruebas PISA, pero sí la capacidad de diferenciar entre un texto con rigor científico que hable de la investigación con células madre y una propaganda fraudulenta y pseudocientífica que promete “regenerar la piel con células madre”.
Como puedes ver, lo que los exámenes PISA evalúan está más enfocado a las probabilidades de éxito de los alumnos en el contexto económico, social y cultural que van a enfrentar, que al éxito académico en sí mismo.
Las pruebas PISA miden diferentes niveles de comprensión, criterio, capacidad de discernimiento, resolución de problemas e incluso creatividad en tres grandes áreas: la lectura, las matemáticas y la ciencia en general.
Además, incluyen un extenso cuestionario que recaba información valiosa sobre el entorno familiar y socioeconómico de los estudiantes, así como su actitud respecto al aprendizaje y sus hábitos de estudio.
Los resultados de las pruebas PISA arrojan información clave que es muy útil para que los gobiernos y los organismos reguladores sepan qué clase de políticas públicas y acciones educativas deben impulsar para que las nuevas generaciones estén mejor equipadas para construir una realidad más equitativa y justa.
¿Cuáles son las áreas y los niveles de evaluación de las pruebas PISA?
Los exámenes PISA se dividen en tres grandes temas o áreas que son: lectura, matemáticas y competencia científica. Cada una consta de diferentes tipos de preguntas que se categorizan en niveles de evaluación ascendentes de acuerdo con su complejidad.
Cabe destacar que las pruebas PISA se distribuyen en diferentes versiones para que a cada alumno le toquen preguntas diferentes y así disminuir el riesgo de plagio en las respuestas.
Dado que las pruebas PISA incluyen preguntas abiertas, para calificarlas adecuadamente es necesario conocer a detalle la intencionalidad y los criterios de evaluación de cada una de ellas. Vamos a verlos.
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Competencia lectora
Básicamente, consiste en leer varios tipos de textos (literarios, publicitarios, laborales, académicos, etc.) y responder preguntas sobre cada uno de ellos en distintos niveles de complejidad. Desde localizar fragmentos de texto determinados, hasta sustentar opiniones personales con respecto a las lecturas.
Por ejemplo, uno de los reactivos consta de dos textos a modo de editorial ciudadana en un periódico local. En uno pueden leerse fuertes quejas hacia el grafiti en la colonia, y el otro defiende aguerridamente este tipo de arte urbano. Ambos tienen un estilo diferente y utilizan distintas clases de argumentos.
Una vez que leyó los textos, el alumno debe responder preguntas factuales o de tipo “verdadero o falso” para evaluar los niveles más básicos de comprensión, pero también analizar la estructura y validez de los argumentos que ha leído (si son congruentes o falaces), así como emitir una opinión sobre los mismos.
En el nivel más alto, lo que se califica no es si el estudiante está a favor o en contra del grafiti, sino su capacidad de establecer hipótesis, extraer correctamente información que no es explícita y defender su propio punto de vista con argumentos bien planteados.
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Competencia matemática
Consiste en evaluar la capacidad del alumno para comprender la importancia de las matemáticas y la lógica en el mundo que lo rodea y en la resolución de problemas cotidianos o comunes. También de razonar y comunicarse en lenguaje matemático.
Muchos alumnos pueden decir de memoria que, en un triángulo rectángulo, “el cuadrado de la hipotenusa equivale a la suma del cuadrado de los catetos”, pero no todos pueden aplicar correctamente el teorema de Pitágoras para solucionar problemas concretos. Es a estos problemas concretos a los que se enfoca el área matemática de la prueba PISA.
Por ejemplo, en uno de los reactivos se le muestran al alumno algunos diagramas de terrenos con forma triangular y se le pide que conteste si el área de las figuras se puede bordear o no con determinada cantidad de metros de cable. En otro, se le dan algunos datos hipotéticos sobre las importaciones de un país imaginario y el estudiante debe calcular ciertos porcentajes correspondientes a los diferentes productos exportados cada año.
La mayoría de los reactivos de matemáticas PISA no necesitan el desarrollo de fórmulas avanzadas ni cálculos exactos, sino la capacidad de aplicar correctamente reglas generales sobre las proporciones, formas, probabilidad y relaciones matemáticas.
Los alumnos con un alto nivel de competencia matemática no solo aplican los conceptos adecuados de manera intuitiva, también pueden generar modelos mentales innovadores y recursivos para solucionar problemas complejos con los que no están familiarizados.
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Competencia en el área de ciencias
Principalmente, esta área se enfoca en la comprensión de la naturaleza del conocimiento científico, en el dominio de metodologías de investigación y en la validez del conocimiento general que tiene el estudiante sobre los hechos comprobables del mundo que lo rodea.
Las competencias en esta área son especialmente importantes hoy en día, pues vivimos en un mundo sobresaturado de información que no siempre es confiable. Para poder formar un criterio propio y tomar mejores decisiones individuales y comunitarias, es necesario discernir entre lo que es ciencia y lo que es pseudociencia.
Por ejemplo, en uno de los reactivos llamado “atrapar al asesino”, se le presenta al estudiante un caso de homicidio junto con algunas pruebas de investigación. Algunas de las preguntas básicas tienen que ver sencillamente con identificar conceptos (por ejemplo, saber que el ADN de cada persona es único) o interpretar hechos tácitos, pero otras implican evaluar la pertinencia o exactitud de las pruebas forenses.
El área de ciencia en los exámenes PISA abarca temas tan diversos como las implicaciones éticas de la experimentación científica en humanos y animales, los recursos energéticos, el universo, la salud y el medioambiente.
Las calificaciones más altas las consiguen los alumnos capaces de generar hipótesis correctamente, identificar y utilizar metodologías deductivas e inferenciales, pero también tomar una postura moral respecto a los diferentes tópicos que se plantean.
¿Cómo mejorar el rendimiento en las pruebas PISA?
Tengamos en cuenta que “salir bien en las pruebas PISA” no es un objetivo en sí mismo. Este es un instrumento de evaluación que sencillamente ofrece una visión objetiva de ciertos aspectos y competencias que debemos reforzar a lo largo de la educación básica, especialmente en las escuelas de gobierno.
Para darle más y mejores herramientas de vida a tus estudiantes, agrega estos tres elementos en tus planes de estudio y planeaciones educativas:
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Proyectos STEM
Los proyectos que involucran el desarrollo interdisciplinario de habilidades prácticas en las áreas de la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas (STEM, por sus siglas en inglés), están diseñados precisamente para que los estudiantes sepan cómo aplicar sus conocimientos teóricos a la resolución de problemas relevantes de la vida real. -
Transversalidad educativa
Los temas transversales son aquellos que tienen que ver con diferentes materias y áreas educativas al mismo tiempo. Por ejemplo, el cuidado del medio ambiente es un tema transversal porque para desarrollar competencias en él, es necesario integrar nociones propias de la biología, la economía y la geografía, entre otras.
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Inglés como segunda lengua
Se ha comprobado que aprender inglés no solamente ofrece ventajas relacionadas con abrir mejores oportunidades académicas y/o laborales. Comunicarnos en un idioma extranjero también fortalece todos los procesos cognitivos del lenguaje y nos ayuda a pensar de formas más integradas y mejor estructuradas.
El aprendizaje del inglés como segunda lengua, junto con el incremento de las competencias de lectura, matemáticas y ciencias, también es uno de los objetivos educativos clave para fomentar el desarrollo socioeconómico en América Latina.
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