Método Doman: cómo aprender a leer a edad temprana
- Fecha de publicación: 28 de marzo de 2022

El objetivo del método Doman es potencializar la habilidad de los pequeños en el ámbito de la lectura. Esto permite que niños de 3 años logren aprender a leer a tan corta edad. Conoce los detalles de este método a continuación.
«No nacemos con una predisposición biológica a la lectura similar a la que tenemos con el habla, por eso leer es una actividad compleja», nos dice el filósofo y pedagogo Gregorio Luri en su libro Sobre el arte de leer: diez tesis sobre la educación y la lectura.
Sin embargo, a pesar de lo complejo que puede ser el proceso de enseñanza-aprendizaje de la lectura, en los últimos años se han desarrollado diversas técnicas para que los niños, en su primera etapa infantil o preescolar, puedan acceder a la lectura.
Desde el principio de la civilización, la lectura es una de las actividades más fascinantes para el ser humano: nos permite acceder a un tipo de conocimiento que, de otra manera, sería imposible adquirir. Veamos las ventajas de aprender a leer desde muy pequeños.
4 Ventajas de aprender a leer a edad temprana
Los niños que aprenden a leer en sus primeros años de vida son afortunados en muchos sentidos, ya que tendrán muchas más posibilidades de éxito en todos los ámbitos de la vida profesional.
Si tomamos en cuenta que la lectura no es una habilidad que se desarrolle de forma natural como el habla, debemos estar conscientes de la importancia de desarrollar en los niños este hábito a partir de métodos y una técnica efectiva. Sin embargo, antes de adentrarnos en ese tema, sería conveniente entender por qué es tan importante enseñar a los niños a leer a temprana edad y qué ventajas obtendrán con ello. Estas son las más importantes:
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Habilidades psicolingüísticas
Cuando los niños pueden intercalar las palabras que van aprendiendo al hablar con aquellas que aprenden al leer, están desarrollando al máximo sus capacidades cognitivas, ya que tienen la posibilidad de identificar el significado de una o varias palabras en dos contextos diferentes
Cuando un niño aprende una palabra nueva, suele repetirla muchas veces y de todas las formas posibles; esto ocurre porque está “experimentando” con ella. Por ejemplo: si aprende el sustantivo “comida”, para él será normal utilizarlo como un verbo y decir: “mamá, quiero comidar”.
Pero, si el niño además aprende a leer la palabra “comer”, ya sea en un anuncio de revista o en un programa de televisión, tarde o temprano descubrirá que el verbo “comidar” no existe, que además hay muchas conjugaciones, tiempos verbales y sinónimos para describir el acto de comer.
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Concentración analítica
Para los niños, el acto de leer es similar a aprender un lenguaje desconocido. Esto implica que tienen que poner toda la atención posible en descifrar los símbolos que aparecen en los libros y, además, analizar su significado.
Este ejercicio de concentración analítica es, para los niños en etapa preescolar, algo similar a asistir continuamente a un gimnasio mental, donde “ponen en forma” su capacidad intelectual y cognitiva.
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Excelencia académica
El recurso más utilizado en el ámbito educativo es la lectura. Técnicamente, resulta imposible entender un tema si no se recurre a contenidos impresos, pues aunque la experimentación y la práctica son actividades muy efectivas, todo proceso de aprendizaje profundo requiere de información escrita.
La mayoría de los problemas de aprendizaje tienen una relación directa con la falta de habilidades lectoras. Situación que se puede agravar si no se detecta a temprana edad este déficit de conocimientos.
Es por eso que leer a temprana edad no es una actividad complementaria de la formación infantil, sino una actividad primordial para evitar futuras limitaciones en su desempeño académico.
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Habilidades socioprofesionales
Estas habilidades son cada vez más apreciadas en el ámbito laboral y profesional. Se refieren a la capacidad de comunicación interpersonal y asertiva, enfocada a la resolución de problemas o conflictos.
Los niños que leen a temprana edad están en contacto con diversos temas e información relevante y, además, tienden a generar una mayor facultad para interpretar gestos o expresiones, ya que, junto con su capacidad de leer contenidos escritos, desarrollan la habilidad de “leer entre líneas” lo que otras personas suelen comunicar por otros medios; por ejemplo, a través del lenguaje corporal.
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¿Cómo se aprende a leer a temprana edad?
Esta es una de las preguntas que muchos docentes y padres de familia se hacen todos los días, y es que enseñar a leer en la infancia constituye uno de los procesos más importantes en la vida de un ser humano, ya que de ello dependerá en gran medida su desempeño académico y profesional.
En la educación tradicional se aplicaban métodos sistemáticos y en ocasiones tan estrictos que, en lugar de fomentar el gusto por la lectura, terminaban por desmotivar a los niños. Hasta la fecha muchos adultos recordamos los ejercicios de lectura en voz alta y las repeticiones de palabras complejas.
Por fortuna, desde hace más de 50 años la pedagogía de la lecto-escritura ha avanzado enormemente, aportando métodos y técnicas cada vez más efectivos, sobre todo a partir de integrar dinámicas que toman en cuenta las etapas de maduración de los niños, sus intereses, estímulos y motivaciones.
Entonces, ¿cómo aprenden los niños a leer en la actualidad? A partir de un método integral que involucra tanto a los niños como a los padres y docentes. Un método que implica sesiones lúdicas, rutinas y ejemplos que invitan a los niños a reflexionar sobre la magia del lenguaje; todo esto se concentra en el método Doman.
¿Cómo se aprende a leer en preescolar con el método Doman?
En los años 50, el doctor Glenn J. Doman desarrolló en Filadelfia un sistema de aprendizaje de lectura enfocado en niños con lesiones cerebrales. Dicho método consistía en estimular cognitiva y sensorialmente a los pequeños, de tal manera que pudieran leer e interpretar con claridad lo que estaban aprendiendo a leer.
La clave de su metodología se concentra en el estímulo, es decir, en provocar en los niños el ansia y placer por entender el significado de las palabras. De esta manera, su método hacía lo contrario de las dinámicas tradicionales, basadas en la estricta repetición silábica y la memorización de contenido carente de significado para los niños.
El método Doman puede ser aplicado por docentes, aunque en realidad está diseñado para que los padres de familia lo pongan en práctica bajo la asesoría de un profesional que les ayude a dar seguimiento a las dinámicas.
Entonces, ¿en qué consiste el método Doman? Básicamente, en estímulos de entrada y salida. Es decir, que el niño es expuesto a dinámicas y contenidos que capten su atención; gradualmente elevaremos la intensidad y la frecuencia de estos estímulos, con el objetivo de que la habilidad lectora se mantenga en su más alto nivel de desempeño.
Cada ejercicio o dinámica está destinada a estimular las vías sensoriales del menor: en ocasiones se trabajará cada sentido por separado y, en otras, podremos estimular más de un sentido a la vez.
Veamos un ejemplo procedimental de estas dinámicas:
- Mostramos al niño cinco tarjetas con palabras específicas: debemos procurar que estén escritas con una letra grande y simple (sin mucho detalle).
- Las palabras deben pertenecer al mismo campo semántico, es decir, que tengan una relación directa ya sea por su género, categoría o significado. Esto le permitirá al niño establecer relaciones entre ellas de forma natural.
- Las categorías deben ser sencillas de identificar: pueden ser nombres de animales, partes del cuerpo, colores u objetos con los que el niño esté familiarizado.
Fases de la dinámica en el Método Doman
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Muestreo de palabras durante cinco días
En este paso del muestreo, el día primero, el niño es estimulado solo con las palabras de las tarjetas (cinco palabras por cada categoría).
- El segundo día se añaden otras 5 palabras de la misma categoría, más 5 palabras de una categoría diferente.
- El tercer día se expondrá a las 15 palabras (10 de una categoría y 5 de otra), y se agregarán otras 5 palabras.
- El cuarto día se estimulará de la siguiente manera: 15 palabras de la primera a la tercera categoría, y se añaden 5 palabras más.
- El quinto día el niño será estimulado con las 20 palabras de la primera a la 4 categoría, y se añaden 5 palabras más.
En esta primera fase, el niño ya ha sido estimulado con 25 tarjetas durante 5 días. Su capacidad para comprender campos semánticos (relaciones de palabras similares) se encontrará en óptimas condiciones para la siguiente fase.
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Emparejamiento de palabras
Como su nombre lo indica, el objetivo es formar pares de palabras con las tarjetas que utilizamos en la primera fase. Previamente, debemos revisar qué tipo de pares queremos hacer para organizar previamente las tarjetas, ya sea relacionando colores con frutas, o juguetes con nombres de animales.
También se puede elevar el grado de complejidad estableciendo pares de opuestos: cosas grandes con pequeñas, colores fuertes con colores claros.
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Introducción a la sintaxis: oraciones sencillas
El objetivo es introducir al niño en la composición de oraciones cortas. Para lograrlo, vamos a añadir verbos que nos permitan darle sentido a una idea usando las mismas palabras de las fases anteriores.
Veamos un ejemplo: tenemos las palabras “Luis” y “sueño”, así que ahora introducimos el verbo “tiene”. Ya que tenemos los ingredientes básicos para redactar una frase sencilla (sustantivo + verbo + sustantivo), podemos ayudarle al niño a construir una oración simple: “Luis tiene sueño”.
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Jugar con oraciones más complejas
Empleando las mismas palabras de la fase 1, ya podemos añadir otros elementos de la oración para elevar el grado de complejidad. Por ejemplo: añadir pronombres o artículos que le permitan al niño jugar y experimentar con su significado.
Utilizando el ejemplo anterior, podemos agregar una preposición: “Luis y yo tenemos sueño”. -
Construir narrativas
Para este punto el menor ya está lo suficientemente estimulado y motivado como para echar a volar su imaginación y construir pequeñas narrativas. En este caso, lo recomendable es no limitar al niño a utilizar solamente las palabras aprendidas.
Debemos considerar que inventar una narrativa implica un esfuerzo creativo, así que lo más conveniente es darle al niño la libertad para experimentar con las palabras aprendidas mientras añade otras de forma espontánea.
Como ves, el método Doman está diseñado para que los niños puedan aprender a leer de forma orgánica, no impositiva, y siempre bajo la premisa de que los niños poseen una enorme predisposición al conocimiento.
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Referencias
Carrillo Gonzales, M. A., & Garcia Duchen, J. E. T. (2019). El método Doman para el desarrollo de la cognición de la lectura temprana:(experiencia en niñas y niños de 4 años del Centro Infantil Universitario “Andresito”) (Doctoral dissertation).
Luri, G. (2020). Sobre el arte de leer: 10 tesis sobre la educación y la lectura. Plataforma.
Villacastín, A. M. C. (1997). El aprendizaje de la lectura y escritura en la Escuela Infantil. Didáctica. Lengua y Literatura, 9, 67.
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