Cómo ejercitar las habilidades socioemocionales en el aula
- Fecha de publicación: 11 de marzo de 2022

Conoce los aspectos más relevantes de las habilidades socioemocionales, así como algunas formas novedosas para desarrollarlas en el aula con resultados relevantes para tus alumnos.
Las habilidades socioemocionales en el aula han tomado un lugar preponderante en el desarrollo de los niños. La psicopedagogía moderna ha demostrado que su implementación efectiva puede traer grandes beneficios que se verán reflejados en el desempeño de los niños.
Sin embargo, como toda herramienta pedagógica de largo alcance, es necesario comprender sus características para implementar dinámicas que sean factibles, sencillas y adaptables a la realidad de cada institución escolar.
¿Por qué son tan importantes las habilidades socioemocionales en el aula?
Desde hace más de un siglo, en los primeros años de vida el salón de clases es el principal escenario de formación académica y social. Es el lugar donde los niños descubren que existen otras realidades más allá de su entorno familiar y, donde además, pueden desarrollar sus habilidades socioemocionales para lograr una exitosa interacción social.
Ya quedó en el pasado aquella época en donde las aulas escolares eran simples espacios para distribuir contenidos académicos. Actualmente, se comportan como laboratorios de desarrollo humano, donde experimentar con nuevas pedagogías es un proceso complejo, pues el desarrollo de las capacidades cognitivas está directamente relacionado con la manera en que percibimos el mundo a través de nuestras emociones.
El aula es también el escenario donde el rol docente cumple un papel fundamental, ya que su influencia como tutor lo hace corresponsable de los alcances que puedan tener las dinámicas socioemocionales en sus alumnos.
En este sentido, muchos expertos en la materia señalan que las habilidades socioemocionales en el aula tienen la misma importancia —y en ocasiones mayor— que las académicas, pues aseguran que existe una «sólida relación entre un adecuado funcionamiento y adaptación social, académica y psicológica en la infancia y adolescencia».
¿Qué beneficios nos dan las habilidades socioemocionales en el aula?
Un estudio elaborado en 2018 a 213 programas de educación socioemocional reveló que su impacto en alumnos desde preescolar hasta bachillerato es realmente significativo. Esto se puede ver a través de resultados medibles, observables y cuantificables, no solo en el aprovechamiento académico, sino también en el desarrollo de conductas sociales indispensables para el éxito académico y profesional, como la comunicación asertiva y el manejo de conflictos.
La investigación señala las habilidades socioemocionales están directamente asociadas con los siguientes beneficios:
- Mayor asistencia escolar: la reducción de conflictos escolares entre alumnos (acoso, discriminación, entre otros) favorece que los estudiantes estén más motivados a asistir a clases.
- Involucramiento en el aula: esto se debe a la posibilidad que tienen los alumnos de expresar y compartir sus emociones sin temor a señalamientos o burlas, al contrario, la interacción les permite fortalecer la asertividad y la empatía.
- Resolución de conflictos entre pares: de la mano del beneficio anterior, cuando se presentan los conflictos entre alumnos, las habilidades socioemocionales actúan como un factor de mediación entre ellos, dotándolos de herramientas para expresar sus diferencias y encaminarse a soluciones colectivas que favorezcan a ambas partes.
En síntesis, los alumnos educados bajo prácticas socioemocionales presentan evidentes mejoras en su conducta y desempeño. Además, se relacionan con mayor facilidad y aprenden a ser más cooperativos y abiertos a nuevas experiencias de aprendizaje, un conjunto de habilidades que les serán de gran utilidad para la toda vida.
El enfoque S A F E: indispensable para practicar las habilidades socioemocionales en el aula
En 2020, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) presentó su informe “Educar para la vida: El desarrollo de las habilidades socioemocionales y el rol de los docentes”, en donde señala que, para implementar habilidades socioemocionales en el aula, es necesario contar con 4 elementos conocidos como el enfoque SAFE.
Se denomina SAFE (por sus siglas en inglés: sequenced, active, focused and explicit) a este enfoque de intervención pedagógica diseñado para darle orden y estructura a las dinámicas socioemocionales, incorporando cuatro elementos:
- Actividades secuenciadas: diseñadas para ejecutarse gradualmente a partir de un diagnóstico previo de las condiciones socioemocionales de los alumnos; esto permitirá a los docentes registrar los progresos y analizarlos para establecer estrategias que mejoren los resultados.
- Formas activas de aprendizaje: las dinámicas socioemocionales deben promover la interacción y participación activa entre los alumnos, fomentando el diálogo y la colaboración, logrando que la construcción de conocimiento sea producto no solo de su razonamiento intelectual, sino de la interacción con sus emociones.
- Tiempo focalizado: implica diseñar momentos de actividad dinámica, pero también de reflexión enfocada en el desarrollo de cada habilidad. El objetivo es que los alumnos puedan integrar las habilidades socioemocionales a su vida diaria a través de ejercicios y rutinas, de tal manera que se conviertan en hábitos arraigados a su vida.
- Objetivos explícitos: los alumnos deben saber qué objetivos persiguen con cada actividad socioemocional. Asimismo, el docente debe tener claro cuáles son los resultados esperados, por lo que se recomienda contar con instrumentos de evaluación para determinar los alcances de cada dinámica.
Sin duda, la mayoría de las escuelas y los docentes tienen una muy buena disposición para implementar dinámicas socioemocionales en el aula, pero es muy común que dichas prácticas sean demasiado “espontáneas”, diseñadas “sobre la marcha” y que no se apeguen al enfoque SAFE, lo que provoca que los resultados sean dispersos y muy limitados.
Una buena dinámica socioemocional que carezca de una secuencia activa, de enfoque en cada habilidad y de objetivos específicos, terminará por generar confusión o incertidumbre en los alumnos, quienes en estos casos suelen considerar estas dinámicas como simples momentos recreativos y entretenidos, pero sin una utilidad o un fin práctico en sus vidas.
3 recomendaciones para practicar con éxito las habilidades socioemocionales en clase
Basándonos en lo anterior, queda claro que existen ciertos requisitos previos para lograr que las dinámicas socioemocionales en el aula sean realmente efectivas, tengan los alcances esperados y se vean reflejados a largo plazo en el desarrollo de los niños. Aquí te compartimos algunas recomendaciones prácticas que te serán de gran utilidad.
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Integra las prácticas socioemocionales con la actividad académica
En muchas ocasiones, las escuelas implementan las dinámicas socioemocionales de forma aislada a las actividades académicas, ignorando un aspecto fundamental: educar socioemocionalmente no es una actividad complementaria, sino un proceso que, como tal, debe acompañar al alumno de forma continua y secuencial en su aprendizaje.
Esta es una situación muy común dentro del aula: los docentes implementan una increíble dinámica socioemocional, dedican una gran cantidad de tiempo y recursos para que los niños queden fascinados, pero al finalizar, los alumnos regresan a sus labores académicas sin vincular lo aprendido en la actividad anterior.
Recomendación
Planea una ruta de aprendizaje socioemocional donde las dinámicas estén vinculadas a los contenidos escolares.
Ejemplos:
- En una clase de Historia, se pueden aplicar estrategias teatrales para involucrar a los niños con los personajes históricos y hacerlos conscientes de los motivos por los que tomaron una decisión que cambió el rumbo de la historia.
- En una clase de Matemáticas es posible contextualizar un reto de lógica con una situación cotidiana que los niños puedan interpretar para entender mejor el contexto.
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Convierte las prácticas socioemocionales en hábitos
El autor del libro El poder de los hábitos, afirma que un hábito debe cumplir ciclos que se componen de tres elementos:
- Señal: el recordatorio para ejercitar la rutina
- Rutina: la práctica constante de la actividad
- Recompensa: elemento positivo que cierra el ciclo para volver a empezar
Antes de implementar una actividad socioemocional en el aula, debemos asegurarnos de que además de tener continuidad mantengan una secuencia progresiva, es decir, que al incrementar el nivel de complejidad o destreza de la actividad, puedan observar una evolución en sus habilidades socioemocionales.
Recomendación
Calendariza las prácticas socioemocionales en el mismo horario para establecer rutinas: de esta manera los alumnos podrán predisponerse a participar con mayor interés, ya que la actividad no los tomará por sorpresa.
Utiliza la misma actividad con diversas variaciones: imaginemos que empleas la dinámica de los seis sombreros para pensar (donde cada sombrero representa un rol en un trabajo grupal), entonces haz que los alumnos cambien cada semana de “sombrero” (de rol participativo) para experimentar con las diferentes conductas que pide cada color.
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Lleva un registro de progresos
A pesar de su eficiencia, es común que algunas instituciones aún duden del éxito de las dinámicas socioemocionales. Esto se debe en muchas ocasiones a la ausencia de un registro que nos permita observar los progresos y sus resultados en el desarrollo de los alumnos.
El registro,adicionalmente, nos permite analizar los resultados para tomar mejores decisiones y cambiar de estrategia, previendo además que los alumnos se sientan estancados en las mismas dinámicas. Esto también evita que sientan que son ellos los que no están cumpliendo las expectativas de la actividad.
Recomendación
Junto con tu escuela y los compañeros docentes, establezcan una hoja de ruta para saber exactamente qué áreas de oportunidad quieren abordar: conflictos entre pares, falta de comunicación, poca participación, ausentismo, bajo desempeño escolar u otras situaciones de índole conductual.
Generen hojas de registro similares a las rúbricas escolares, pero con la diferencia de que estos registros no miden los alcances del alumno al realizar la actividad, sino al contrario, medir los alcances de la actividad en el alumno.
Un ejemplo: en preescolar vamos a trabajar con el semáforo de las emociones (donde los niños aprenden a detectar qué están sintiendo y cómo controlar las emociones negativas). En este caso, el objetivo no es que el alumno cumpla los requerimientos de la dinámica, sino que la dinámica cumpla con los requerimientos del menor, es decir, que realmente le ayude a detectar sus emociones y aprenda a lidiar con ellas.
Sabemos que diseñar dinámicas para el desarrollo de habilidades socioemocionales en el aula es una tarea compleja. Por eso, queremos compartir contigo nuestro ebook de descarga gratuita sobre Habilidades para el siglo XXI enfocadas al aprendizaje socioemocional.
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Referencias
Banco Interamericano de Desarrollo (BID): Educar para la vida: El desarrollo de las habilidades socioemocionales y el rol de los docentes. Recuperado el 19 de febrero 2022 en:https://publications.iadb.org/publications/spanish/document/Educar-para-la-vida-El-desarrollo-de-las-habilidades-socioemocionales-y-el-rol-de-los-docentes.pdf
Barrientos Fernández, A. (2016). Habilidades sociales y emocionales del profesorado de educación infantil relacionadas con la gestión del clima de aula.
Booth Church, E. (2017). Las habilidades socioemocionales en la primera infancia: Llegar al corazón del aprendizaje (Vol. 82). Narcea Ediciones.
Duhigg, C. (2019). El Poder de Los Hábitos: Por Qué Hacemos Lo Que Hacemos En La Vida Y Los Negocios (Illustrated ed.). Vintage Español.
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Hernández, M; Trejo, Y; Hernandez, M (2018) El desarrollo de habilidades socioemocionales de los jóvenes en el contexto educativo. Revista del Instituto Nacional para la Evaluación en la Educación.
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