AmigableMENTE: la poderosa herramienta para el aprendizaje emocional
- Fecha de publicación: 20 de abril de 2022

Educar la inteligencia emocional en los niños ya no es un tema alternativo en el proceso de aprendizaje. En los últimos 50 años, el uso de dinámicas para integrar las emociones ha sido muy relevante para impulsar el aprovechamiento académico.
Las instituciones educativas tienen en este momento un gran reto: diseñar entornos donde el enfoque de la inteligencia emocional ayude a los niños a desarrollar al máximo las habilidades sociocognitivas, tan necesarias para su formación en el corto y mediano plazo.
Descubre cómo el modelo de AmigableMENTE se enfoca en los aprendizajes esperados de la educación socioemocional en el aula, siendo capaz de generar enormes progresos globales en el desarrollo de los niños.
“El 80% del éxito en la vida de una persona depende de su inteligencia emocional y solo un 20% del coeficiente intelectual”
Daniel Goleman (La inteligencia emocional)
Del aprendizaje postindustrial al entorno socioemocional
Durante más de 150 años el proceso de aprendizaje no tuvo cambios significativos: hasta antes de la Segunda Guerra Mundial, las dinámicas de clase consistían en un proceso mecánico basado en la rutina, la repetición y la memorización de contenidos.
Conceptos tan necesarios hoy en día como “competencia afectiva” o “habilidad emocional” resultaban ajenos para los docentes, ya que la prioridad se concentraba en preparar al alumno para adquirir conocimientos prácticos.
Hablamos de una época donde el auge de la era post industrial requería de personal capacitado para cumplir objetivos laborales y donde no era una prioridad que esos objetivos favorecieran al individuo en su crecimiento personal.
Afortunadamente, la era postindustrial ha evolucionado. Actualmente, vivimos la transición hacia un mundo que cada vez necesita más personas conscientes de sí mismas y, sobre todo, de cómo sus emociones influyen directamente en su crecimiento personal.
A mediados de los 60, la pedagogía comenzó a observar que el aprendizaje emocional ofrecía enormes beneficios a los niños: descubrió que gran parte de los problemas que enfrentaban en la escuela tenían una relación directa con la falta de habilidades socioemocionales.
Trastornos como el estrés, la ansiedad, la depresión o la agresividad en los alumnos eran el resultado de la falta de habilidad para lidiar con las emociones propias y ajenas, lo que se traducía en conductas negativas: conflictos entre alumnos, bajo aprovechamiento académico y ausentismo.
Enseñar a los niños a controlar sus estados de ánimo y lidiar con estados de frustración ante situaciones complicadas es una tarea que requiere de docentes capacitados y comprometidos no solo con una labor académica, sino con un proceso de crecimiento personal. Parte fundamental de su misión es dotar a los más pequeños con las habilidades sociales que definirán su éxito en el futuro.
El programa de AmigableMENTE es un claro ejemplo de éxito en el área de la educación socioemocional. Está diseñado para orientar a los niños y ayudarlos a enfrentar diversas situaciones que requieren de un sólido desarrollo de sus emociones.
Un objetivo como este requiere de la coordinación de todos los actores involucrados en su educación: instituciones, directivos, docentes y padres de familia, colaborando activamente, apoyados por un programa enfocado en ofrecer soluciones prácticas, efectivas y de alto impacto en el aprovechamiento de los niños.
¿Cómo aplicar el aprendizaje emocional con AmigableMENTE?
Aunque existe un gran avance pedagógico en torno al estudio del desarrollo de habilidades, capacidades y competencias emocionales, la mayoría de los contenidos académicos no están ligados directamente a programas sólidos que acompañen a los alumnos en todas las fases de su aprendizaje.
Consciente de esta necesidad, Pearson ha diseñado AmigableMENTE para convertirse en una pieza clave dentro las dinámicas de clase. Pero ¿cómo funciona en la práctica? Trabajando de forma colaborativa con los 4 actores principales del proceso educativo: los niños, los padres, los docentes y la institución educativa.
Los niños y niñas como eje central del programa
Educar a los más pequeños es un proceso retador que requiere de herramientas pedagógicas profesionales. El diseño de AmigableMENTE tiene el objetivo de construir un entorno que impulse de forma natural las habilidades socioemocionales en los niños.
A partir de prácticas, ejercicios y dinámicas innovadoras, los pequeños ponen a prueba sus capacidades para resolver con éxito situaciones que implican un alto desarrollo emocional. Esto les permitirá reconocerse dentro de su entorno social como seres capaces de relacionarse con efectividad y afrontar todo tipo de adversidades propias de su edad.
Los padres apoyando y dando continuidad al proceso
El aprendizaje emocional debe ser integral y abarcar todas las áreas de crecimiento de los niños. Es por eso que AmigableMENTE involucra a los padres de familia. Su función como actores de continuidad amplía los beneficios del programa, logrando además que la interacción entre padres e hijos sea mucho más significativa y de mayor impacto.
Esta integración ofrece muchos beneficios retroactivos:
- Refuerza los vínculos parentales de los niños.
- Genera entornos amigables y de calidad entre padres e hijos.
- Los niños se sienten acompañados en el proceso, lo que refuerza su seguridad y autoestima.
- Los padres pueden observar de primera mano los logros y avances de sus hijos. Esto les permite tener un mayor conocimiento sobre ellos y tomar mejores decisiones respecto a su educación.
El docente como orientador y ejecutor del programa
El papel del docente es fundamental para el éxito del programa. AmigableMENTE funciona como una potente herramienta psicopedagógica que le proporciona los materiales adecuados para trabajar en el aula el aprendizaje emocional:

- Prácticas: actividades de reforzamiento para que los niños ejerciten los conocimientos aprendidos y puedan apropiarse de ellos, integrándolos a su vida diaria.
- Dinámicas: ejercicios situacionales enfocados a incrementar la interacción entre los niños y mejorar sus mecanismos de conducta en entornos grupales.
- Evaluaciones: medición de resultados que les permite a los docentes analizar los avances y sus resultados. Una herramienta imprescindible para tomar mejores decisiones en torno al uso de las prácticas y las dinámicas que se deben emplear.
La escuela como eje rector de la implementación del programa

Las instituciones pueden tener la confianza de que la estructura de contenidos de AmigableMENTE está diseñada bajo un marco psicopedagógico sólido y profesional, ya que está emparejada con los lineamientos de CASEL (Collaborative for Academic, Social, and Emotional Learning), organización cofundada por Daniel Goleman, el experto de mayor prestigio en el terreno de la inteligencia emocional.
Para CASEL, el Aprendizaje Social y Emocional (SEL, por sus siglas en inglés) es un proceso mediante el cual los niños, jóvenes y adultos “adquieren y aplican los conocimientos, las habilidades y las actitudes para desarrollar identidades saludables, manejar las emociones y lograr metas personales y colectivas”.
Desde las facultades de la institución educativa, AmigableMENTE brinda un canal de comunicación integral con todos los involucrados en el proceso de aprendizaje para lograr resultados efectivos en el corto y mediano plazo.
Además, AmigableMENTE está estructurada como una herramienta global que involucra a todos los partícipes en el proceso de aprendizaje emocional para lograr un objetivo en común: que los niños puedan desarrollar al máximo sus habilidades emocionales y tengan un fuerte impacto en su proceso de crecimiento personal.
Los resultados a corto plazo se verán reflejados en los niños a partir de su dominio de habilidades y competencias específicas, aquellas que hoy en día son consideradas esenciales para ejercer el autocontrol y el liderazgo en el ámbito personal y profesional.
- Comunicación asertiva: transmitir ideas, opiniones o valoraciones de manera empática y eficaz, tomando en consideración los diferentes puntos de vista y asumiendo una actitud coherente con lo que desea expresar.
- Tomar decisiones inteligentes y responsables: analizar los factores que determinan cada decisión, evitando que un estado de ánimo negativo o un arranque emocional influyan en su conducta.
- Prevención, mediación y resolución de conflictos: los materiales y dinámicas de AmigableMENTE proponen actividades situacionales donde los niños ponen a prueba su capacidad para evitar situaciones conflictivas, y en caso de tener que enfrentarlas, que sepan mediarlas y resolverlas de la manera más efectiva.
- Corresponsabilidad y autonomía: es muy grato observar a los niños tomar responsabilidad por sus acciones, pero también lo es cuando se asumen como copartícipes.
- Resiliencia ante los retos propios de la primera infancia: para los niños, cada situación conflictiva es una oportunidad de vivir una nueva experiencia que influirá en su carácter y su conducta. Desarrollar la resiliencia a temprana edad incrementa sus posibilidades de resolver con éxito cualquier conflicto en el futuro.
- Consciencia de sí mismo y de su impacto en la sociedad como parte de la diversidad humana: la escuela es el primer entorno en donde los niños pueden experimentar su primera nueva integración a la sociedad, donde tienen la oportunidad de desarrollar nuevas habilidades relacionadas con la empatía.
Las instituciones educativas con visión a futuro están conscientes de la necesidad de implementar en sus aulas una herramienta que incremente el desarrollo socioemocional de sus alumnos.
Con los niños tienen un programa de crecimiento personal que les permite tomar conciencia de su papel en la diversidad humana, mejorar la comunicación asertiva, tomar decisiones y resolver conflictos de forma autónoma y responsable.
Dale una oportunidad a y conoce todo sobre esta poderosa herramienta psicopedagógica.
Referencias
Alzina, R. B. (2003). Educación emocional y competencias básicas para la vida. Revista de investigación educativa, 21(1), 7-43.
Bisquerra, R. (2012). De la inteligencia emocional a la educación emocional. Cómo educar las emociones, 24-35.
Cassà, È. L. (2005). La educación emocional en la educación infantil. Revista interuniversitaria de Formación del Profesorado, 19(3), 153-167.
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