¿Cómo cambia la alfabetización digital la vida de tus alumnos?
- Fecha de publicación: 18 de julio de 2022

En la era de la información, han surgido nuevos tipos de alfabetización, además de saber leer y escribir con juicio analítico de por medio. La alfabetización digital es una de las más importantes, pues es un aspecto clave de la inclusión social.
La alfabetización mediática e informacional (AMI) es la capacidad de desenvolvernos adecuadamente en un ambiente digital para realizar, de manera eficiente, diferentes tareas de la vida cotidiana. Por ejemplo, buscar noticias, crear un documento en la nube, investigar una ruta de transporte o hacer pagos en línea.
De acuerdo con la UNESCO, la AMI es un derecho básico en un mundo virtual e incluye competencias, habilidades y actitudes guiadas y al mismo tiempo promotoras del pensamiento crítico, que habilitan la puesta en práctica de la ciudadanía responsable, la socialización armoniosa y el aprendizaje a lo largo de la vida.
Poner suficiente énfasis en la alfabetización digital en la educación de tus alumnos les permitirá acceder a mejores oportunidades sociales y económicas, contribuir al progreso de su comunidad y ser elementos activos de su propio desarrollo personal.
¿Qué es la brecha digital y cómo se relaciona con la alfabetización digital?
Las tecnologías digitales mejoran nuestra vida de múltiples maneras, pero sobre todo, evitan que nos quedemos rezagados frente a personas que ya las están usando para incrementar su competitividad en todas las áreas.
Cuando vivimos en una ciudad y tenemos un amplio acceso a la tecnología, con un teléfono inteligente y datos de internet prácticamente en cualquier sitio, es fácil olvidar que nuestra realidad es privilegiada y no necesariamente refleja la del resto del planeta.
El 37% de la población mundial no tiene acceso a internet, el 40% no vive en una metrópoli y dos de cada tres personas sobre la faz de la tierra sufren algún tipo de pobreza multidimensional.
La brecha digital se refiere a la gran diferencia de oportunidades socioeconómicas entre las poblaciones que cuentan con alfabetismo digital integral y aquellas que no.
Estas desigualdades son muy evidentes entre las regiones del norte y el sur, el este y el oeste del globo (por ejemplo, Estados Unidos y la Unión Europea tienen un nivel de alfabetización muy superior a Sudamérica, África o Medio Oriente), pero también existen profundas brechas digitales sectorizadas dentro de una misma población.
Por ejemplo, en poblaciones vulnerables como los adultos mayores, las personas de bajos recursos y quienes viven en comunidades remotas, el riesgo de aislamiento social y miseria incrementa de manera directamente proporcional a su nivel de rezago digital.
De acuerdo con las Naciones Unidas, la brecha digital puede ser consecuencia de la falta de acceso, el desconocimiento, el uso inadecuado de las tecnologías o una combinación de todas las anteriores.
Por ejemplo, hay poblaciones enteras que no pueden usar Internet libremente por cuestiones políticas, como Corea del Norte o Cuba; comunidades que se aíslan por temas religiosos, personas que tienen aversión a la tecnología digital y otras que generan adicción a contenidos que poco o nada les ayudan a desarrollarse como seres humanos.
Esto significa que no basta tener acceso a dispositivos móviles con Internet; es necesario entender la lógica subyacente del mundo virtual y saber utilizarla a favor de nuestro bienestar en todos los aspectos.
No hay que olvidar que la pandemia del Covid-19 alteró los patrones de alfabetización digital de distintas poblaciones de maneras muy diferentes. Mientras que en algunos casos la aceleró (por ejemplo, personas mayores de clase media con acceso a Internet que comenzaron a usar más sus dispositivos móviles), en otros casos la obstaculizó (por ejemplo, millones de alumnos de comunidades de bajos recursos que perdieron uno o dos años escolares).
Se están realizando muchos esfuerzos internacionales para disminuir esta brecha, como la Iniciativa UNESCO-Pearson para la alfabetización: mejores medios de subsistencia en un universo virtual, pero aún falta mucho camino por recorrer y gran parte de la responsabilidad recae en los docentes y las instituciones educativas.
Analfabetismo digital: una realidad alarmante, incluso en un mundo hiperconectado
Llegados a este punto, podrías pensar que la alfabetización digital solo es un tema relevante para ciertas minorías aisladas por la distancia, la edad o la pobreza, pero la realidad es que existen “analfabetas digitales funcionales” en todos los estratos sociales.
Es decir, individuos que tienen acceso a internet y a dispositivos móviles (y que incluso pasan horas usándolos), pero no pueden aprovechar esas herramientas en favor de su propio desarrollo y además son muy vulnerables a la desinformación.
Adicionalmente, sobre todo entre los jóvenes, hay quienes utilizan intensiva pero sesgadamente la tecnología y eso termina afectando negativamente otras áreas de su vida, como el estudio, la salud física o la capacidad de socializar. ¿Podríamos llamarles analfabetos digitales?
No necesariamente, pero este es un riesgo latente que una correcta alfabetización digital desde las aulas también puede contrarrestar.
Alfabetización digital: 7 competencias clave
La alfabetización digital en la educación se compone de una serie de competencias complejas que deben abordarse de manera transversal y desde el pensamiento crítico en cualquier plan formativo.
Que miles de niños tengan acceso a dispositivos móviles desde que nacen no significa que están adquiriendo las habilidades clave que van a necesitar para desenvolverse adecuadamente en sus distintas etapas de vida.
La alfabetización digital significa que nuestros alumnos pueden aprovechar, de manera consciente y responsable, las nuevas tecnologías para:
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Comunicarse
Esto no solo significa saber utilizar sistemas de mensajería, correo electrónico y videollamadas, sino también aprender a elegir los canales más adecuados para cada tipo de comunicación.
La competencia digital de la comunicación sirve en el día a día para estar en contacto con seres queridos, amigos y colegas, pero también es fundamental para participar en movimientos ciudadanos y democráticos.
Por otro lado, comunicarle al mundo quiénes somos, qué hacemos y qué valores defendemos es más fácil cuando sabemos usar las redes sociales y contamos con habilidades de creación de contenido en diferentes formatos multimedia.
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Encontrar información confiable
Hoy en día podemos averiguar al momento casi cualquier cosa gracias a nuestros dispositivos inteligentes, desde el clima que hará por la tarde hasta el tipo de cambio del dólar o la ubicación de la clínica de urgencias más cercana.
Dado que en el mundo virtual hay una sobresaturación de información “basura”, la alfabetización digital no solo implica saber buscar términos clave y aplicaciones, también poder discriminar entre lo que es información confiable y lo que es, por ejemplo, publicidad engañosa disfrazada de “noticia”. -
Desarrollarse como seres humanos
El alfabetismo digital es una herramienta que permite seguir aprendiendo nuevas habilidades y enriquecer nuestra personalidad a lo largo de toda la vida.
Nuestros alumnos deben estar muy conscientes de que la tecnología ofrece posibilidades infinitas que van más allá del entretenimiento “vacío”. Con un dispositivo móvil uno puede aprender prácticamente cualquier cosa útil para la vida y de manera gratuita, desde idiomas hasta carpintería; así como fortalecer sus habilidades blandas, como el liderazgo y la negociación. -
Acceder a mejores oportunidades laborales
Cada vez son más los puestos laborales que demandan que el trabajador tenga conocimientos de ofimática, gestión de documentos en la nube y trabajo colaborativo remoto, por mencionar solo algunos.
Estas pueden considerarse competencias digitales básicas que pronto serán tan indispensables para la empleabilidad como lo es leer y escribir. De hecho, se estima que para el 2027 el 77% de todos los empleos requerirán estas habilidades.
Las competencias digitales para el trabajo más especializadas tienen que ver con programación, configuración, análisis de datos y crecimiento virtual de negocio.
Esto último es especialmente importante, ya que quienes puedan lograr que una empresa o emprendimiento sea más viable mediante las herramientas digitales disponibles, serán quienes mejores oportunidades laborales tengan.
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Realizar actividades cotidianas de manera más eficiente
Por ejemplo, hacer pagos en línea, mantener el control de nuestras finanzas gracias a la banca electrónica, comprar productos y contratar servicios, realizar trámites burocráticos, trabajar, estudiar e incluso asistir a citas virtuales con prestadores de servicios profesionales.
Todo el tiempo y dinero que podamos ahorrar en traslados e inconvenientes gracias a las nuevas tecnologías, puede ponerse al servicio de nuestras distintas áreas de desarrollo personal.
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Protegerse frente a fraudes y malware
Tan solo en 2021, los delitos cibernéticos provocaron daños por más de seis billones de dólares y el 95% de los ataques tuvo éxito gracias a un error humano.
Los peligros de la conectividad incluyen fraudes, malware, robo de identidad, extorsión y secuestro de datos, entre otros. Una persona virtualmente alfabetizada sabe identificar y evitar riesgos para mantener su información segura.
En este mismo sentido, la alfabetización digital también incluye la habilidad de resolver problemas técnicos, sencillos o superficiales, así como identificar sus causas, por ejemplo, saber distinguir entre una falla en el módem y un sitio web que no está funcionando.
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Hacer uso consciente de la tecnología
Esta es una competencia compleja, ya que abarca varias habilidades y actitudes que van desde mantener un equilibrio entre el mundo virtual y el mundo real, hasta comprender las consecuencias que puede tener, en nuestra vida y en la de los demás, aquello que publicamos o compartimos.
Estudios recientes indican que el número de adolescentes con problemas de adicción al Internet no para de crecer: en algunos casos incluso se presenta un desdoblamiento de la personalidad entre el “yo de la realidad” y el “yo de las redes o los juegos en línea”.
Parte de la alfabetización digital de nuestros estudiantes es enseñarles que es posible y necesario contar con espacios de reflexión y esparcimiento completamente libres de tecnología.
En Pearson somos grandes entusiastas de aprovechar la tecnología en la educación, pero siempre de manera responsable. Por eso, desarrollamos las mejoresdiseñadas para apoyar la correcta alfabetización digital de tus alumnos de secundaria y bachillerato. ¡Conócelas!
Referencias
KELLNER, D. (2004). Revolución tecnológica, alfabetismos múltiples y la reestructuración de la educación. En Snyder, I. (Comp.). Alfabetismos digitales. Comunicación, innovación y educación en la era electrónica. Archidona (Málaga): Aljibe.
PRATS, M. A. (2005). ¿Qué implica la alfabetización digital? ¿Qué competencias debe proporcionar y cómo debe adaptarse a los diferentes colectivos de la sociedad?
Matsuura K. (2006) La alfabetización, un factor vital. Informe de seguimiento de la Educación para todos en el mundo. París: UNESCO.
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