La motivación es uno de los motores principales detrás del éxito académico, profesional y personal. Para los estudiantes universitarios, estar motivados va más allá del deseo de obtener buenas calificaciones; implica una conexión profunda con el proceso de aprendizaje y la capacidad de ver un propósito significativo en lo que se estudia. Las soft skills, como la comunicación, la colaboración y la autogestión, juegan un papel crucial en alimentar esta motivación.
Hoy exploraremos cómo cultivar las soft skills o habilidades blandas en tu universidad es una doble apuesta ganadora, ya que no solo impulsa la motivación escolar, también permite a tus estudiantes adaptar su talento a un mundo cada vez más conectado y globalizado.
La motivación es ese impulso interno que dirige el comportamiento hacia la consecución de metas específicas que son valiosas para el individuo. En el contexto del aprendizaje, es el factor clave que estimula a los estudiantes a involucrarse activamente en sus estudios, perseverar ante las dificultades y desarrollar una actitud positiva hacia el conocimiento.
La motivación puede ser intrínseca, cuando el deseo de aprender surge del interés personal o del placer de dominar una habilidad, o extrínseca, cuando se impulsa por recompensas externas como calificaciones, reconocimiento o perspectivas laborales. Sin embargo, se ha demostrado muchas veces que desarrollar la motivación intrínseca es más sostenible que depender de la motivación extrínseca. En otras palabras: hay situaciones altamente motivadoras por la recompensa que ofrecen, pero lo ideal es que las personas sepan activar y gestionar su propia motivación interior.
Los estudiantes motivados están más dispuestos a enfrentar desafíos, a participar en actividades académicas diversas y a aplicar estrategias de estudio más profundas. Además de aumentar la retención de información, la motivación educativa también promueve el aprendizaje significativo, donde los estudiantes conectan lo que aprenden con sus experiencias y aspiraciones personales.
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Sobrevivir y cubrir nuestras necesidades básicas a corto plazo es un poderoso motor primario de motivación. Sin embargo, cuando se trata de alcanzar objetivos menos inmediatos y más abstractos, como un título universitario o el perfeccionamiento de un arte, la motivación se vuelve un fenómeno mucho más complejo, que se construye a partir de varios elementos funcionando en sinergia para impulsar el compromiso y el deseo continuamente. Estos son algunos de los más importantes:
El equilibrio entre estos factores también es esencial para mantener una motivación fuerte y sostenida a lo largo del proceso de aprendizaje, ya que, por ejemplo, un exceso de autoconfianza y de autonomía puede hacer que el compromiso decaiga, al sentir que no necesitamos estructura ni guía para seguir evolucionando.
Hay que tomar en cuenta que, aunque los elementos subyacentes de la motivación educativa siguen siendo los mismos, en la era digital tenemos acceso inmediato a una gran cantidad de recursos y contenidos que se adaptan a nuestras necesidades, pero que también nos ofrecen “salidas fáciles” para solucionar problemas de manera instantánea o que nos ofrecen entretenimiento ráfaga que literalmente nunca se termina.
Si bien el acceso a la información potencia la curiosidad y el aprendizaje autodirigido en muchos casos, por otro lado, la facilidad aparente de que una máquina resuelva muchos de nuestros problemas sin que tengamos que esforzarnos, aunado al hecho de que los dispositivos inteligentes pueden volverse adictivos, constituyen una grave amenaza para la motivación. Por ejemplo, la distracción constante generada por redes sociales y otras plataformas puede poner en riesgo la voluntad y el compromiso.
Este no deja de ser un escenario paradójico, ya que las herramientas digitales promueven la autonomía al permitirnos elegir cuándo y cómo aprender, favorecen el aprendizaje personalizado y nos brindan retroalimentación inmediata. Sin embargo, también estamos pagando un costo muy alto por la tecnología en términos de atención y tolerancia a la frustración, dos elementos básicos para permanecer motivados.
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Como coordinador académico, una parte muy importante de tu labor es garantizar la máxima motivación educativa posible entre los estudiantes, especialmente en la era de la información y el entretenimiento. Afortunadamente, hay muchas estrategias efectivas mediante las cuales podemos lograr este objetivo.
Comprobar cómo los conocimientos que van adquiriendo tienen aplicaciones directas en el mundo laboral y en situaciones cotidianas es muy motivador para los alumnos, por eso es importante involucrarlos lo antes posible en proyectos prácticos relacionados con su campo de estudio.
Permitir que los estudiantes adapten los contenidos académicos a sus propios intereses personales fortalece su curiosidad y compromiso, ya que pueden aplicar lo que aprenden a temas que les apasionan.
Mostrar a los estudiantes cómo sus habilidades pueden no solo ayudarlos a tener éxito personal, también tener un impacto positivo en la sociedad y particularmente en su comunidad, refuerza su sentido de propósito y motivación, ayudándolos a conectar su aprendizaje con causas importantes.
Orientar a los estudiantes sobre cómo sus habilidades pueden abrirles puertas específicas en el mundo laboral mejora su visión sobre su futuro y les ofrece una motivación educativa clara para continuar esforzándose en sus estudios y adquirir competencias clave.
Facilitar la participación en programas de intercambio académico, pasantías o prácticas profesionales no solo les ofrece experiencia, también incrementa su percepción de logro, su autonomía y confianza, tres factores clave para mantener una motivación alta y sostenida.
El desarrollo de soft skills o habilidades blandas tiene una influencia directa en la motivación, que, de hecho, puede ser considerada una sof skill en sí misma. Algunas de las habilidades que más influencia positiva tienen en la motivación académica son las siguientes:
Las soft skills no solo mejoran el rendimiento académico y refuerzan la motivación escolar interna y externa de los estudiantes, creando un entorno de aprendizaje más efectivo. Al integrarse en el currículum académico, estas habilidades promueven un enfoque más integral de la educación, donde los estudiantes se convierten en agentes activos de su propio éxito.
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Personabilities es una herramienta que te encantará a ti y a tus estudiantes, pues desarrollar directamente algunas de las soft skills más relevantes para la motivación, como la comunicación, la colaboración, la autogestión y el liderazgo. A través de simulaciones de escenarios reales, permite a los alumnos poner en práctica sus habilidades en un entorno seguro y enriquecedor, y todo desde una plataforma 100% digital a la que pueden acceder en cualquier lugar, mientras avanzan a su ritmo.
Lo mejor de Personabilities es que, al entrenar cada una de las habilidades, obtienen badges digitales que brindan sentido de logro y mejoran el perfil profesional de tus recién egresados, haciéndolos más atractivos para los cazadores de talento del mundo laboral.
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Motivación intrínseca y extrínseca: Implicaciones en la escuela, el trabajo y el bienestar psicológico
The Importance of Soft Skills for Academic Performance and Career Development